Dos personas han muerto por Covid-19 en Extremadura hasta el 20 de abril a pesar de que habían recibido la pauta completa de la vacuna frente al coronavirus y una tercera ha perdido la vida habiendo recibido una de las dos dosis. La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales ha confirmado que, en todos los casos, la causa de la muerte ha sido el coronavirus y atribuye los fallecimientos a un «fallo vacunal».

Esta noticia que adelantó LA MAÑANA de Radio Interior reveló que en los dos primeros casos se trata de sendas personas correctamente vacunadas con las dos dosis antes de ser diagnosticadas y que posteriormente perdieron la vida como consecuencia del virus. La tercera persona también murió pese a haberse vacunado, aunque en este caso, a diferencia de los anteriores, sólo había recibido una de las dos dosis.

¿Pero qué es lo que ha ocurrido para que se produzcan fallecimientos entre personas vacunadas? La Junta de Extremadura ha confirmado que las dos personas que recibieron la pauta completa tenían más de 80 años de edad, mientras que la primo-vacunada tenía más de 70. Son los dos primeros casos de “éxitus con inmunización completa”, según Sanidad, y ambos pacientes han muerto durante este mes de abril, mientras que la persona que sólo recibió una dosis murió en marzo.

El Ministerio de Sanidad asegura que la protección más elevada con la vacuna de Pfizer-BioNTech se obtiene transcurridos 7 días después de la segunda dosis, mientras que con la de Moderna la mejor respuesta inmunitaria se logra 14 días después de la segunda. En los tres casos de fallecidos, por razón de edad, sólo cabe la posibilidad de que se les hubiese administrado una de estas dos vacunas. Pero la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales advierte que no se trata de una reacción al medicamento, sino de «fallos vacunales».

La vacuna de Pfizer-BioNTech fue la primera en llegar a nuestro país una vez autorizada por la Comisión Europea y la de Moderna la segunda. Estas vacunas son del tipo ARNm y necesitan mantenerse a muy bajas temperaturas. Para que confieran inmunidad son necesarias dos dosis separadas al menos 21 días en el caso de Pfizer-BioNTech y 28 días en el de Moderna. Sanidad trata de averiguar si los dos fallecidos con la pauta completa se contagiaron en el periodo establecido después de la segunda dosis.

«No todas las personas mayores de 80 años están vacunadas en Extremadura, y no lo están por varios motivos: por no haber querido, por no poder en ese momento por alguna patología, o por alguna enfermedad en ese momento puntual», ha indicado a LA MAÑANA de Radio Interior una portavoz de la Consejería de Sanidad. El hecho de que en los últimos días hayan perdido la vida como consecuencia del coronavirus varias personas mayores de 80 años no significa que se hayan producido nuevos fallos vacunales. La Junta de Extremadura insiste en que la mejor protección frente al virus es la vacuna y ofrece un dato: los fallecimientos de abril en personas sin vacunar representan el 90,48 por ciento y en marzo el 95,83 por ciento; es decir, a mayor porcentaje de inoculados, menos registro de fallecidos por coronavirus.

El consejero de Sanidad y Servicios Sociales de Extremadura, José María Vergeles, ha aclarado que las vacunas frente al coronavirus, como todas las demás, no tienen una efectividad del 100 por 100 y ha insistido en que los dos pacientes fallecieron como consecuencia de la Covid-19, y no debido a una reacción adversa. La Junta de Extremadura reconoce que aproximadamente en el 4 por ciento de los casos se presentan estos fallos vacunales.

Las vacunas aprobadas en Europa son capaces de inducir una buena respuesta inmunitaria y tienen, en general, grados muy altos de eficacia. Pero en los ensayos clínicos para demostrar su eficacia y seguridad sólo se ha observado si el fármaco previene del Covid-19 y protege a las personas que tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones; no se han publicado datos sobre si además detienen la transmisión del virus.

Sanidad ha insistido en que hasta que una parte importante de la población esté vacunada es vital que todas las personas, vacunadas o no, sigan manteniendo las medidas de prevención, como son el uso de la mascarilla, el lavado frecuente de las manos, mantener la distancia interpersonal, limitar el número de personas con las que nos relacionamos, elegir siempre que se pueda actividades al aire libre o en espacios bien ventilados y quedarse en casa si se tienen síntomas.

«El motivo para mantener las precauciones, incluso tras recibir la vacuna, es ayudar a proteger a los demás: cuantas más personas se vayan inmunizando, menor probabilidad habrá de que el resto, en particular las personas más vulnerables, padezcan una enfermedad grave», aclara el Ministerio de Sanidad.