El Sindicato de Enfermería SATSE ha denunciado que los fisioterapeutas que trabajan en los centros de salud se encuentran cada vez más desbordados, debido al aumento de personas que necesitan ser atendidos después de haber sufrido el Covid-19 y padecer aún distintas dolencias o problemas, tanto a nivel respiratorio como funcional. Así lo ha manifestado el sindicato mediante una nota de prensa.

SATSE subraya que Extremadura sufre un déficit estructural y crónico de fisioterapeutas en la sanidad pública, lo que ha supuesto siempre la existencia de largas listas de espera para poder ser tratados por este profesional sanitario sin tener que recurrir a centros privados.

Una realidad que ha empeorado una vez que el Covid-19 ha provocado que muchas personas necesiten fisioterapia respiratoria y musculoesquelética una vez han superado la enfermedad durante su ingreso en un centro hospitalario o en sus propios domicilios, indica el comunicado.

Desde el sindicato manifiestan que resulta urgente contar con, al menos, dos fisioterapeutas en cada centro de salud de la comunidad autónoma, no solo para los nuevos pacientes Covid-19, sino también para todas las personas con problemas de salud crónicos o con una patología aguda y de baja complejidad a los que ya atendían y a los que ahora no se puede dejar de lado.

Una intervención directa y continuada de los fisioterapeutas en las personas que se han visto afectadas por el coronavirus, tanto a nivel respiratorio como funcional, supone una clara mejora de su sintomatología persistente y repercute en positivo en el desarrollo de las actividades cotidianas de su vida, manifiestan los responsables de SATSE.

El sindicato alude a la rentabilidad inmediata, tanto económica como social, que se obtiene con una adecuada dotación de fisioterapeutas, ya que, además de la mejora de la calidad de vida de la persona a lo largo de su proceso de recuperación, la intervención temprana de estos profesionales conlleva la reducción de los tiempos de baja laboral, así como la recuperación total, en muchas ocasiones, de la funcionalidad y, por tanto, un considerable ahorro en los costes sanitarios.

SATSE afirma que hay diferentes estudios que demuestran que los tratamientos de fisioterapia, a nivel lumbar o cervical, por ejemplo, propician una reducción en costes indirectos para el erario público, como son las bajas laborales y pensiones de incapacidad. De igual manera, se ha constatado un ahorro en el consumo de medicamentos por parte de las personas tratadas por los fisioterapeutas, concluye el comunicado.