El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, advirtió el viernes a los vecinos del municipio pacense de Guareña que si continuaba subiendo la incidencia acumulada de contagios de la Covid-19, el Consejo de Gobierno no tendría más remedio que acordar la paralización de la actividad no esencial en la población.

Sin embargo, las presiones del alcalde y de la Asociación del Comercio Local de Guareña, que llegaron a emitir un comunicado conjunto para mantener activos sus negocios, ha hecho reconsiderar la postura del Ejecutivo cuando la mayoría de los vecinos daba por sentado que además de prorrogar el cierre perimetral se aprobaría la clausura de toda actividad considerada como no esencial.

Cuando Vergeles hizo esta advertencia Guareña tenía una incidencia acumulada a los 14 días de 1.794 casos activos por 100.000 habitantes. El miércoles, cuando el Ejecutivo decidió mirar para otro lado y mantener abiertos los establecimientos comerciales, la tasa activa de contagios había subido hasta 1.967 por cada 100.000 habitantes. Para justificar su actitud, el Consejo de Gobierno lo más que hizo fue prorrogar el cierre perimetral de la localidad del 15 al 28 de abril.

En su última comparecencia pública, a preguntas de los periodistas, el vicepresidente segundo tuvo dificultades para justificar este cambio de criterio. Por un lado advirtió que la situación es muy preocupante y está teniendo repercusiones sobre la salud de la población, con cuatro hospitalizados del municipio en el Hospital de Mérida y dos en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos. Pero por otro lado, Vergeles dijo confiar en la palabra del alcalde y diputado provincial socialista, Abel González Ramiro quien, le indicó que «de facto las personas no entran ni en el interior de los bares ni en el interior de los comercios». El alcalde logró convencer a Vergeles al persuadirle con otro tipo de medidas, como una vigilancia más estrecha de la localidad por parte de la Guardia Civil y el apoyo de la Policía Local, algo que ya se había acordado el viernes anterior y que, como ha quedado acreditado, no ha dado resultados.

«Si eso me lo dice el alcalde entiendo que está pidiéndome lo mejor para el pueblo», dijo textualmente el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad, que se encargó de advertir nuevamente a Abel González de la complicada situación por la que atraviesa el municipio. Pero el alcalde le insistió a Vergeles indicando que «los bares y comercios es como si estuvieran cerrados» porque la gente no entra. En otros municipios, la opinión del alcalde no ha tenido tanto peso y el Consejo de Gobierno ha tomado decisiones en contra del criterio del equipo de gobierno municipal.

En la tarde del miércoles se dio por concluido el cribado masivo realizado en este municipio durante los días 12, 13 y 14 de abril, en el que se han realizado 645 pruebas de antígenos a una población de 7.000 personas y este jueves han comenzado en los centros educativos; los resultados serán determinantes para ver las medidas a adoptar.

A pesar de encontrarse en situación de cierre perimetral desde el pasado 31 de marzo, Guareña volvió a sumar el miércoles otros 6 nuevos positivos que han elevado la cifra total de contagios a 137. Vergeles ha indicado textualmente que «hay personas graves en Guareña, no estamos hablando de ninguna tontería», pero ha decidido posponer una decisión que se daba por hecha y que se tratará de amortiguar con una mayor vigilancia policial para que los positivos o contactos estrechos cumplan escrupulosamente el régimen de aislamiento durante los 14 días que establece el protocolo sanitario.