El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dicho durante su intervención en la recepción al presidente de la Asamblea Nacional de Nepal, Ganesh Prasad Timilsima, en la Asamblea de Extremadura, que el Centro Budista que la Fundación Lumbini-Garden construirá en Cáceres supondrá un punto de encuentro entre Nepal y España, y entre Lumbini y Extremadura.

El presidente extremeño ha destacado que este proyecto, que para unos es religioso, para otros espiritual, turístico, cultural o de encuentro de civilizaciones, “es todo eso” porque es exactamente “todo eso lo que pretendemos hacer y todo el que haya querido verlo de una manera parcial lo está desenfocando, porque este es un proyecto poliédrico”. Asimismo ha matizado que este no es un proyecto que termine el día que esa gran figura de Buda esté en la ciudad de Cáceres, puesto que este proyecto empieza ahora y ya no termina nunca.

“Es un proyecto que empieza ahora con esta ratificación del hermanamiento entre Cáceres y Lumbini, y que continuará en los próximos meses, semanas y años con todas las actuaciones que se van a ir llevando a cabo y que lo que pretender es situar a España Extremadura y Cáceres en el corazón de los que entienden la vida de una determinada manera a través de una filosofía de vida”, ha continuado.

Este proyecto se ubicará en Cáceres, una ciudad cosmopolita, abierta, muy abierta a su propia historia y capaz de abarcar y entender que esto no va solo de una construcción de un edificio o de una figura gigante de Buda, esto es mucho más que todo eso y es uno de los elementos que se transitará a lo largo de los próximos años.

Sobre la llegada de la pequeña figura de Buda a España a través del puerto de Valencia, el jefe del Ejecutivo regional ha opinado que en algunos lugares de España “se empezó a entender lo que aquí estábamos intentando poner en valor, y hoy otros muchos seguirán viendo eso que aquí intentamos hacer, y eso es sencillamente encontrarnos”. Vara ha afirmado que cuando uno lleva un determinado tiempo en la vida pública aprende a separar los momentos importantes y este es uno de ellos, uno de esos momentos en los que uno tiene la sensación de que estamos intentado hacer algo que, sin duda ninguna, trasciende al instante en el que lo hacemos.