El proyecto ‘Hermana Tere’ que lleva a cabo un equipo de voluntarios de la Cáritas Parroquial de San Juan de Dios en la ciudad de Badajoz continúa apostando por el desarrollo integral de la mujer, a través de talleres de costura y manualidades, huerto-cocina, lecto-escritura, desarrollo personal y uno básico de informática en los que participan grupos reducidos.

Debido a las circunstancias sobrevenidas por la pandemia de la Covid-19, Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz y las Cáritas parroquiales han tenido que readaptar sus actividades para seguir ofreciendo una atención «plena e integral» a las personas y familias más vulnerables que están acompañando a través de sus programas y proyectos.

Un ejemplo de ello, es el proyecto de mujer ‘Hermana Tere’, dedicado a la familia y a la mujer que el equipo de voluntarios está llevando a cabo en la Cáritas Parroquial de San Juan de Dios en Badajoz desde hace unos diez años, según indica Cáritas Diocesana Mérida-Badajoz en nota de prensa.

Según ha explicado, buena parte de esta comunidad parroquial está compuesta por dos barriadas en situación de pobreza y exclusión social conocidas como Las Moreras y La Cañada. Los voluntarios, junto con la hermana Tere, iban recorriendo cada semana estos barrios y progresivamente se abrían relaciones personales que permitían invitar a las mujeres a comenzar un proyecto que les procurara avanzar en su desarrollo personal.

Paso a paso se pudieron poner en marcha distintos talleres que, cada año, se consensuaban con las propias participantes para que de este modo fueran partícipes de los propios talleres desde un principio, teniendo en cuenta sus necesidades y preferencias.

En la actualidad, y dadas las dificultades de la pandemia, el grupo se ha reducido y están participando unas diez mujeres acompañadas por los voluntarios en talleres de costura y manualidades, huerto-cocina, lecto-escritura, desarrollo personal y un taller básico de informática.

El taller huerto-cocina, que aprovecha la experiencia de los huertos urbanos, se puede realizar gracias a la motivación de los voluntarios y participantes que aprovechan un espacio de terreno que posee la parroquia.

En estos momentos, existen dos variantes en el proyecto, en una zona se plantan hierbas aromáticas que posteriormente utilizan en la cocina; mientras que en otra zona del mismo huerto se están plantando diferentes variedades de flores, han detallado las mismas fuentes.

Desde Cáritas Parroquial, han continuado, se realizan diferentes actividades de sensibilización para que toda la comunidad parroquial «sea consciente y partícipe» de los avances en el proyecto de mujer ‘Hermana Tere’.

Para ello, se preparan exposiciones, junto a los mayores, de elementos decorativos de la Navidad o diferentes jornadas de convivencia parroquial con juegos y actividades con la participación de los niños de las catequesis. «Este proyecto tiene un impacto muy positivo sobre las mujeres que participan en el mismo, así como para sus familias y el barrio donde viven», han agregado.

Finalmente, ha incidido en que ahora esperan «con inquietud» poder empezar a dar los primeros pasos en el aprendizaje de la informática, gracias a los diez ordenadores que el Hospital Universitario de la ciudad de Badajoz ha donado para este proyecto, que contribuye a la mejora de la situación que viven las mujeres y favorece su promoción integral.