El alcalde de Moraleja, César Herrero, ha agradecido el esfuerzo realizado por los vecinos de esta localidad que,tras un año de crisis sanitaria, se encuentra actualmente con cero contagios y con la cifra de incidencia en cero por tanto.

«Después de un año muy difícil tenemos unos datos inmejorables. Desde aquí queremos agradecer a los ciudadanos su esfuerzo por hacerlo posible».

A pesar de estas cifras, el primer edil ha recordado que debemos extremar las medidas higiénicas y la distancia social, cumplir los aforos, usar la mascarilla y respetar las normas establecidas desde Sanidad».

Moraleja registraba su última víctima por coronavirus el pasado 17 de febrero. Fue Carmen Matías, de 80 años de edad. Cabe recordar que sólo unos días antes fallecía su marido por la misma enfermedad, Antonio Mateos con 90 años.

Además, el 12 de enero perdía la vida por el coronavirus María Iglesias Lozano. Fallecía después de pasar varios días ingresada en el Hospital Universitario de Badajoz.

Fue el pasado 16 de septiembre cuando una mujer de 89 años de edad de la localidad fallecía por la Covid-19. La anciana estaba ingresada en el Hospital Ciudad de Coria desde el 10 de septiembre.

Emilio Ramajo Pina, vecino de Moraleja, moría en noviembre en la residencia de mayores de Vegaviana; y el virus también se llevó en el mes de diciembre a Félix Martín, otro querido vecino de esta localidad del norte de Cáceres. Ahora que se cumple un año del inicio de la pandemia,  la localidad recuerda la prima muerte por Covid registrada en el municipio.

Fue el 13 de abril cuando la localidad vivió el primer deceso, el de  Joaquín, que se encontraba ingresado por Covid-19  en el Hospital Ciudad de Coria.

Ahora, la situación en Moraleja es de «relativa tranquilidad». No obstante, las autoridades sanitarias siguen pidiendo a la población prudencia y el cumplimiento de todas las normas vigentes para frenar la expansión del virus.

La esperanza casi se palpa en el municipio con los mayores y trabajadores de las tres residencias vacunados, con los docentes en pleno proceso de vacunación, con los policías ya vacunados….Pequeños alicientes para seguir esperando y recordando a tantos mayores que siguen en sus casas sin vacuna y con el miedo visible en la retina de sus ojos.