La visita del presidente del Gobierno a Extremadura nos ha servido para escuchar promesas vanas y bonitas palabras para nuestra región. Es verdad lo que usted dice, señor presidente: “Los extremeños no viven de promesas, sino de realidades”. Las palabras se las lleva el viento señor presidente, necesitamos hechos, hechos concretos y urgentes. Es urgente para los jóvenes extremeños encontrar trabajo, vivienda y futuro en nuestra propia región. Se nos ha castigado y marginado históricamente. Los recursos económicos e inversiones se los llevaron, como siempre, a otras regiones de España a las que los extremeños se han visto obligados a emigrar. Necesitamos una Universidad  que actúe como motor de desarrollo de la región, con más proyectos de innovación e investigación, consolidando los ya existentes y potenciando las empresas y el campo tecnológico.

Los extremeños no queremos simple marketing. Suena bien decir que los centros educativos en Extremadura fueron pioneros en contar con un ordenador por cada dos alumnos. Pero, ¿se adecuó ese marketing a la realidad del alumnado? Los alumnos no contábamos con un ordenador, ni internet en nuestras casas. En realidad, estos ordenadores no solían usarse. El abandono escolar no bajó. No vinieron, ni atrajimos suficientes inversiones ni proyectos tecnológicos para nuestra región. Este camino aún está por desarrollar y potenciar realmente. Hay que reconocer el empeño y el trabajo de la Universidad de Extremadura, pero hay que seguir trabajando, apoyando y atrayendo empresas y capital económico.

No hablemos de infraestructuras, ni del AVE. Señor presidente, nuestra región está cansada de heredar los trenes que RENFE deja de usar en otras comunidades. ¡Queremos el AVE ya! Necesitamos correr, volar a cualquier parte del mundo, volar dentro de nuestra región, ilusionarnos, ver futuro aquí. Pero, señor presidente, hemos aprendido. Sabemos que nadie va a regalarnos nada, por mucho que lo necesitemos y paguemos nuestros impuestos.

No necesitamos regalos ni promesas vanas, necesitamos hechos. Por eso, los extremeños, unidos, vamos a luchar por una Extremadura con igualdad de derechos con las demás comunidades, sin privilegios arcaicos e injusticias toleradas desde el poder. Extremadura llegará donde tiene que estar, por encima del trato discriminatorio que seguimos soportando. Contamos con todos, especialmente con los jóvenes. Queremos justicia, igualdad de trato, ilusión y ganas. Trabajemos todos en una dirección: el desarrollo integral de Extremadura. Trabaja con nosotros, ¡Súmate!