La vacuna anticovid ya ha llegado para las personas más longevas de la provincia. Personas que residen en sus casas y que quieren volver a pisar la calle tras un año siendo riesgo frente a esta enfermedad.

Andando o en silla de ruedas y acompañados, los mayores de toda la región han acudido a ponerse esta inyección para estar un poco más cerca de la salida de este túnel que llenó de oscuridad hace un año la región.

Es el caso de Isidra González, vecina de Moraleja, que a sus 93 años, ya ha recibido esa primera dosis de la vacuna. Acompañada por su hija y su yerno, esta residente de la localidad ya está a un paso más de esa vida después del virus.

“Tenía muchas ganas de ponerme la vacuna por la enfermedad, no la quería coger”, ha explicado esta anciana de Moraleja que ha animado a todo el mundo a ponerse esta inyección para conseguir que la situación se calme.

Isidra, a sus 93 años, ha asegurado que no tenía miedo a la vacuna, además, ha ensalzado la labor de los sanitarios que le suministraron la dosis por su trato cercano, cariño y tacto.

Tras el proceso de vacunación, los más de 60 ancianos mayores de 90 años de Moraleja que han recibido la vacuna tuvieron que esperar en las inmediaciones del centro de salud para comprobar si les producía algún tipo de reacción. Después de esta primera vacuna, tendrán que esperar tres semanas, para recibir una segunda dosis.

González no ha tenido ningún síntoma compatible con el virus tras ese primer pinchazo, de hecho, ha indicado que se encuentra muy bien y sin rastros de patologías compatibles con el coronavirus.

Las personas centenarias o próximas a ella fueron las primeras en ser citadas para la inmunización generalizada del grupo 4 de la estrategia de vacunación. Próximamente los mayores de 80 años, que viven en sus casos en domicilios familiares serán los siguientes. En Moraleja, 166 residentes estarán más cerca de recibir esa ansiada dosis que regalará un rayo de luz a este año oscuro que ha dejado el virus.