El municipio pacense de Calamonte -6.200 habitantes- «preocupa mucho» a la Junta de Extremadura. Lo ha reconocido este miércoles el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, que está dispuesto a volver a cerrar el comercio y la hostelería e, incluso, decretar su cierre perimetral debido a su elevada incidencia de contagios por Covid-19.

El municipio cobró popularidad el pasado mes de diciembre después de surgir un brote que numerosos vecinos de la población achacaron a un grupo de jóvenes que viajó a Estambul para someterse a un implante capilar y obtener el mayor número de injertos posibles a un precio mucho más económico que el que piden las clínicas españolas.

Dos meses y medio después, la situación en Calamonte continúa siendo preocupante. Su incidencia acumulada de contagios a los 14 días es de 957 casos activos por cada 100.000 habitantes, mientras que a los 7 días es de 584 positivos por 100.000 habitantes. Con tan escasa población, este miércoles se han detectado cinco nuevos casos positivos de coronavirus y, aunque ha habido tres altas epidemiológicas, el número total de positivos es de 39.

El Ejecutivo regional ha querido llamar la atención sobre este asunto que tanto le preocupa, y más tras detectarse que la variante británica de la Covid-19, la VOC B.1.1.7, se ha propagado entre los vecinos de este municipio de Badajoz.

«Algunos casos detectados son de la cepa británica, pero no están terminados de secuenciar», ha dicho textualmente el consejero, que ha pedido a los vecinos que tomen precauciones y guarden el aislamiento necesario para luchar contra la pandemia.

El Servicio Extremeño de Salud (SES) se encuentra realizando cribados entre la población, pero Vergeles ha advertido que no sirven de nada si no existe la suficiente colaboración ciudadana. En este sentido ha insistido en que al Ejecutivo no le gustaría «volver atrás» pero también ha dejado claro que «no le temblará el pulso si lo tiene que hacer».

«Es un mensaje de honestidad lanzar esta advertencia, porque desde el SES no van a faltar esfuerzos, pero el SES solo no puede con la pandemia siempre que no tengamos un comportamiento acorde y guardemos todas las medidas de protección colectiva que son necesarias», ha aclarado.

Ayer se realizó un cribado a una parte de los profesores y alumnos del colegio y se realizaron 120 pruebas PCR de las que cinco dieron resultado positivo. Algunos de los positivos ya se encontraban en situación de aislamiento domiciliario y otros casos surgieron nuevos, por lo que se van a realizar más de 400 nuevas PCR y se va a seguir rastreando a la población para seguir la propagación de la enfermedad.

Vergeles ha reconocido que cuando se adoptaron en el Consejo de Gobierno las medidas de flexibilización que permitieron la apertura del comercio y la hostelería se puso sobre la mesa la posibilidad de hacer retroceder a aquellos municipios que presentaban una elevada incidencia acumulada de contagios, como Calamonte, aunque siempre que se hubiesen agotado todas las posibilidades. Por eso ha sido claro al afirmar que si en los próximos días Salud Pública ve indicios suficientes que aconsejen la necesidad de adoptar medidas, no se descartará ninguna, desde la vuelta al cierre de la actividad esencial o el cierre perimetral de la población.

«Espero y deseo que seamos capaces de bajar la incidencia sin tomar ninguna medida drástica, pero si tenemos que tomarla la tomaremos aunque sea en un Consejo de Gobierno extraordinario», ha insistido el vicepresidente segundo de la Junta de Extremadura. Por tanto, para conocer si se adoptan o no nuevas medidas restrictivas, será necesario esperar el resultado de los cribados de los próximos días.