Los cuerpos y fuerzas de seguridad han formulado 1.092 sanciones en los municipios de Extremadura en el período comprendido entre el 10 y el 16 de febrero por incumplir las normas establecidas para frenar la propagación de la Covid-19, según ha informado la Junta de Extremadura.

De las 1.092 denuncias, el 7 por ciento le han sido impuestas a establecimientos en general y las más numerosas obedecen a comportamientos individuales, según el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, José María Vergeles.

El consejero ha reconocido que le preocupa «en exceso» que del total de las sanciones tramitadas 173 hayan sido por incumplimientos de las medidas restrictivas en el horarios nocturno, es decir, por incumplir el horario del toque de queda que establece la obligatoriedad de encontrarse en el domicilio antes de las 22.00 horas. Otras 82 denuncias han sido presentadas por consumo de alcohol en la vía pública y 73 por la participación de ciudadanos en reuniones y fiestas clandestinas.

Vergeles ha indicado que ahora es necesario conseguir el equilibrio entre el toque de queda, el ocio controlado y la responsabilidad ciudadana tras el anuncio de la Junta de Extremadura de poner fin al cierre perimetral de todos los municipios de la región y ampliar los horarios de los establecimientos hasta las 22.00 horas el próximo viernes siempre que se la incidencia acumulada de contagios a los 14 días sea inferior a los 250 casos activos por cada 100.000 habitantes.

«No hay ningún motivo para no permitir un pasito más», ha dicho el vicepresidente segundo, que ha informado que las asociaciones del sector empresarial habían indicado que la medida que limita el cierre del comercio a las 18.00 horas es contraproducente porque al reducirse las franjas horarias se contribuía a provocar más aglomeraciones de público.