Más de 800 personas han acudido al el mercadillo semanal de Moraleja que no se celebraba desde el pasado 25 de noviembre, después de que fuera suspendida por la elevada incidencia de la Covid-19.
Como fijó el consistorio para gestionar la crisis sanitaria, el de alimentación se desarrolló  en la calle Ronde del Fos; y el de ropa, calzado y accesorios la Carretera de Cilleros, en el espacio entrepuentes.
Protección Civil, Policía Local y operario de una empresa de seguridad privada y representantes de la Concejalía de Seguridad han estado pendientes de que los dos mercados se desarrollaran con normalidad y, siempre bajo el cumplimiento de las medidas sanitarias para prevenir la propagación de la Covid-19, tal y como ha explicado el alcalde, César Herrero.
Se han colocado estaciones de desinfección en las entradas, y control de aforo, y se han establecido itinerarios de entrada y salida que irán alternándose en próximos sábados. «Nuestro objetivo era establecer un lugar seguro tanto para vendedores como para clientes. Un motivo más para venir a Moraleja y disfrutar de nuestro comercio y hostelería seguros», añadió el primer edil de Moraleja.