Numerosos hosteleros han vuelto a subir la persiana de sus negocios tras un mes con la puerta cerrada. Todos han coincidido en la gran acogida que han tenido por parte de la clientela, sin embargo, les preocupa el futuro incierto que está dejando el virus.

A primera hora de la mañana Emilio Valencia, dueño del bar El Español de Plasencia, abría la puerta de su negocio. “La gente ha respondido bien, se nota que hay ganas de salir”, ha explicado este hostelero placentino.

Ha abierto con la ilusión de volver a la actividad, sin embargo, ha lamentado las restricciones de la Junta en la que los hosteleros solamente podrán ejercer su trabajo desde las 07.00 horas hasta las 18.00 horas.

“El horario hasta las 18.00 horas es nefasto. Sabemos que los españoles solemos comer a las 15.00 horas los fines de semana, tendría que ser a las 20.00 horas”, ha explicado Valencia.

Paralelamente en Moraleja, el restaurante Mesón Puja volvía a la actividad tras un mes de comida a domicilio. “La gente ha ido viniendo poco a poco en el transcurso del día, pero ha sido a la hora de comer cuando ha llegado más público. Ha sido ahí cuando se ha visto las ganas que tenía la gente de que se abriera la hostelería”, ha indicado Juan María Mendoza, dueño del establecimiento.

Bar Ciro también recuperaba la actividad esta jornada algo que ha supuesto “un soplo de aire muy necesario”, ha indicado Ciro de Plasencia, dueño del local. Asimismo ha indicado que “la situación era y es muy difícil, muchas empresas no podrán continuar sin ayuda directa”.

También en Coria la hostelería ha vuelto a retomar la actividad. El restaurante-cafetería Al Karika nuevamente encendía sus estufas y montaba la terraza. “La gente ha respondido más o menos bien, había ganas, pero no dejar de ser un parche. Cuando la cosa comienza a funcionar mejor son las seis de la tarde y tenemos que cerrar”, ha subrayado Pedro Luis Gutiérrez, dueño de este conocido local de la ciudad.

Gutiérrez ha lamentado que en el sector de la hostelería “llevamos un año de pérdidas y necesita ayuda urgente. De momento nada de nada. Es necesario volver a la normalidad y, si puede ser, sin deudas que de momento es difícil”.

Todos los establecimientos se han adaptado a las medidas dictadas por la Junta de Extremadura para poder volver a la actividad. Con ilusión y ganas volvían a subir la persiana con la esperanza de no tener que volver a bajarla.