Un cuadro del pintor Damián Retamar homenajea en el Museo Luis de Morales de la ciudad de Badajoz a las víctimas de la Covid-19 y a quienes luchan contra ella, y que incluyen tanto el personal sanitario en una posición central, como a distintos trabajadores de servicios esenciales.

Se trata de una obra de más de cinco metros de ancho y dos metros de alto que se expondrá permanentemente en dicho museo; y en el que la inspiración nació durante el confinamiento, de manera que el artista, cuyas obras son reconocidas a nivel internacional, ha querido en el mismo aportar «su granito de arena a la sociedad» y representar a través del arte la actual situación de pandemia, y homenajear y recordar a las víctimas mortales y sociales.

Una característica importante de Retamar es que la mayoría de sus obras llevan la tierra extremeña y, en esta en particular, se puede encontrar tierra procedente del yacimiento tartésico de El Turuñuelo, en Guareña. Tanto el artista como la Junta de Extremadura y Fundación CB, instituciones que han hecho posible que este cuadro vea la luz, han elegido el Luis de Morales, en colaboración con el Ayuntamiento de Badajoz, como lugar para que la sociedad extremeña pueda disfrutar del mismo.

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, han asistido a la presentación de este cuadro homenaje en dicho museo, acompañados del propio autor; el presidente y el director general de Fundación CB, Emilio Vázquez y Emilio Jiménez, respectivamente; la consejera de Cultura, Nuria Flores, y la concejala de Cultura, Paloma Morcillo, entre otras autoridades.

En un acto a puerta cerrada, Damián Retamar ha dado las gracias a todas las personas de la Junta, Fundación CB y el ayuntamiento que han hecho posible que este cuadro esté en el Museo Luis de Morales, y ha aseverado que, aunque se fue de Extremadura, la región «no» se ha ido de él y sigue siendo y será extremeño.

«Rizando un poco la frase que me gusta mucho del maestro Delibes, cuando decía que él solo era un cazador que escribe, yo puedo decir que solo soy un extremeño que pinta, primero soy un extremeño y luego soy pintor», ha reconocido, al tiempo que ha indicado que su obra «siempre» tiene un carácter social y pretende que sea «algo más que la mera función estética y de belleza», dado que la obra de arte y el artista en su opinión deben «devolver a la sociedad parte de lo que recibe de esa sociedad».

Sobre el cuadro protagonista de este acto, su autor lo ha definido como un cuadro coral como todas sus obras y su filosofía artística, y lo ha encuadrado en su exposición pictórico-literaria ‘Frágiles’, que recalará este año en Extremadura, y en uno de los textos que la acompañan, el concreto el de la argentina Premio Nobel y Princesa de Asturias, Sandra Mirna Díaz, titulado ‘Hebras frágiles’, de manera que «esta obra ha sido posible gracias a muchas hebras», y él mismo es «una hebra más».

«Lo que yo quiero es que todos los que hemos participado en la gestación de la obra, desde el señor que hizo el bastidor, estén orgullosos del resultado final, yo ciertamente lo he pintado pero no podría haber hecho nada si alguien no me hubiese apoyado en las instituciones, si alguien no hubiese hecho el bastidor, todos formamos parte de un todo», ha reconocido el artista que, en estos momentos de crisis y pandemia, esta ha sido su manera de «formar parte del tapiz de la vida y del tapiz que al final va a conseguir acabar con la pandemia».

Así, ha indicado que la obra es un homenaje a quienes ya no están y se han ido por el coronavirus, pero también a las personas que han estado trabajando, y «sobre todo» los sanitarios, y a quienes siguen haciéndolo para ayudar a contener el virus, junto a los transportistas, las Fuerzas de Seguridad, agricultores y ganaderos y «un montón de personas que nos han ayudado a que la pandemia sea un poco más llevadera» y el cartel ‘Abierto’ como «símbolo de que vuelve la normalidad».