Los pequeños municipios han hecho frente al virus y en este momento sólo cuatro localidades de Extremadura, todas con menos de 300 habitantes, se encuentran libres de Covid-19. Son los municipios de Risco, Zarza-Capilla y El Carrascalejo en la provincia de Badajoz y Toril en la de Cáceres, y se trata de los únicos que a esta fecha no han notificado ni un solo contagiado desde el inicio de la pandemia.

Risco, con 140 habitantes, pertenece a la comarca de La Siberia y al partido judicial de Herrera del Duque. Situado entre Garlitos y Sancti-Spíritus, este municipio se encuentra celebrando unas fiestas en honor a San Blas distintas a las de otros años, con un programa de festejos que únicamente contempla la transmisión en directo a través de Facebook de cuatro misas desde la parroquia

Zarza-Capìlla, con apenas 300 vecinos, está situado en la parte oriental de la provincia de Badajoz, en la comarca de La Serena, cerca de Cabeza del Buey, Peñalsordo y Capilla. El pasado 2 de febrero el ayuntamiento informó que «debido a la delicada situación que atravesamos en este momento», no era posible celebrar el Día de La Candelaria. El pueblo mantiene abierta su biblioteca por las tardes dentro de una aparente normalidad, porque los municipios de su entorno sí se encuentran afectados por la pandemia. Los vecinos se han sometido durante el mes de enero a un cribado poblacional para detectar el virus y el resultado ha sido negativo.

El Carrascalejo es otro de los cuatro municipios libres de Covid-19 de Extremadura. No llega a los 70 habitantes censados y pertenece a la comarca de Tierras de Mérida-Vegas Bajas. Su ayuntamiento es tan reducido que lo conforman un concejo vecinal y un alcalde. Pese a su cercanía a Mérida, el coronavirus tampoco ha logrado entrar en esta pequeña localidad pacense que, como el resto, desea recuperar cuanto antes la normalidad.

También se ha quedado sin sus tradicionales fiestas de San Blas este año el único municipio de la provincia de Cáceres libre de Covid-19, Toril, que el pasado fin de semana debería haber celebrado las tradicionales carreras de caballo que congregan cada año a jinetes de toda España y a centenares de aficionados de buena parte de Extremadura. Toril, con 150 habitantes, pese a su reducido censo poblacional tiene un término municipal que abarca más de 150 kilómetros cuadrados en los que la Covid-19 no ha logrado entrar. El ayuntamiento ha lamentado que no se pueda celebrar San Blas como en ediciones anteriores pero ha advertido que «el año que viene estaremos de vuelta».