La variante del virus SARS-CoV-2 denominada VOC B.1.1.7 y conocida popularmente como la cepa británica fue introducida en la región por varios miembros de una misma familia procedente de Madrid que se desplazó a Extremadura para pasar unos días en su segunda residencia. según ha confirmado la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales.

Como adelantó el martes LA MAÑANA de Radio Interior, el Ministerio de Sanidad ha confirmado que las siete muestras que la Junta de Extremadura remitió para su análisis al Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda (Madrid) han dado resultado positivo y corresponden a la variante del virus SARS-CoV-2 que fue detectada por primera vez en Londres el 14 de diciembre de 2020.

El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha explicado que los casos confirmados se detectaron en el área de salud de Cáceres y todos pertenecientes a una misma familia de siete miembros que ya se encuentra de nuevo en Madrid. Las autoridades sanitarias de la región decidieron remitir las pruebas a Majadahonda tras detectar fundadas sospechas de que podría tratarse de la cepa británica, como así ha sucedido.

Aunque no se ha confirmado oficialmente la familia procedente de Madrid pudo desplazarse a Cáceres durante las fiestas de Navidad, ya que Majadahonda ha tardado cuatro semanas en confirmar las muestras y, teniendo en cuenta el período de incubación, coinciden plenamente las fechas.

La Junta de Extremadura ha indicado esta mañana a Radio Interior que va a mantener «una vigilancia activa de la cepa británica» y que los laboratorios disponen ya de los reactivos necesarios para analizar alrededor de 400 muestras semanales. La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales estima que la incidencia de la cepa en Extremadura no llega aún al 1% de los casos positivos, pero la Junta de Extremadura no ha ocultado su preocupación por la situación fronteriza con Portugal dado su elevado número de contagios.

Hasta la fecha se han confirmado en nuestro país 267 casos de esta variante del virus, que tiene una mayor capacidad de transmisión y se encuentra en España desde el pasado mes de septiembre. La variante VOC B.1.1.7 “implica un mayor riesgo de transmisión, lo que podría condicionar un aumento de la incidencia de casos de Covid-19”. Además, las personas infectadas por esta variante pueden presentar un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave.