La Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex) ha informado que ya trabaja con la Junta de Extremadura en un decreto de ayudas urgentes para las empresas afectadas por el cierre de todas actividades no esenciales en las 16 poblaciones extremeñas de más de 5.000 habitantes en las que no estará permitida la apertura de los establecimientos de hostelería ni el comercio minorista.

El secretario general de la patronal empresarial, Javier Peinado, ha explicado que la decisión ha contado con la opinión de los agentes económicos y sociales que forman parte del diálogo social, que han planteado al presidente de la Junta de Extremadura la necesidad de abrir una línea urgente de ayudas para apoyar a quienes se van a ver obligados a cerrar sus negocios. La línea, de la que ya informó el consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital del Gobierno regional, Rafael España, en su comparecencia de este martes, estará dotada con un fondo de 40 millones de euros.

No existe limitación en cuanto a volumen o empleo y las ayudas se otorgarán mediante adjudicación directa destinadas a compensar gastos fijos operativos durante este periodo de crisis sanitaria y limitaciones.

“Este cierre temporal se verá paliado y acompañado con medidas encaminadas a compatibilizar esa delgada línea que asegura la salud y la actividad económica”, ha sostenido Rafael España.

Peinado ha calificado de “auténtico mazazo” las nuevas medidas, que suponen cerrar durante al menos siete días todas las actividades no esenciales, a partir de las 12 de la noche desde este miércoles.

“La situación ya era complicadísima, precaria, y ahora a estos negocios se les priva de lo que podían vender con las rebajas”, ha dicho Peinado.

«Entendemos que si los contagios están descontrolados hay que tomar medidas, porque lo primero es la salud, pero reclamamos, y así se ha asumido, que muchas microempresas y autónomos no podrán trabajar, por lo que se necesitan ayudas para, al menos, paliar algo la situación”, ha añadido.

Peinado insiste en que debe corregirse la deriva de los ERTE, yendo a exoneraciones completas de cuotas sociales y eliminando la obligación de mantener seis meses el empleo, exoneraciones de impuestos (no aplazamientos) y ayudas directas (no créditos).

Según información disponible hasta ahora, y que deberá ser confirmada por la publicación de la normativa, se establece el cierre de hostelería y restauración en las localidades afectadas. Los establecimientos podrán servir comida a domicilio, para recoger en el local hasta las 22.00 o para repartir hasta las 00.00 horas. Quedan exentos del cierre los restaurantes que pertenezcan a establecimientos turísticos y los que estén centros sanitarios, educativos o de trabajo y atiendan a los usuarios. Tampoco cerrarán los locales benéficos o los que estén en gasolineras o zonas de carga y descarga.

Además, se cierra el comercio tanto dentro como fuera de parques comerciales, los mercados de abasto, los locales de juegos y apuestas, los espectáculos públicos, los espectáculos taurinos y circenses, centros de ocio y parques de ocio.

Sólo podrán abrir los establecimientos de alimentación y bebidas; aquellos que se dedican a la venta de productos y bienes de primera necesidad y de productos higiénicos; prensa, librería y papelería; farmacia y parafarmacia; combustible; proveedores de equipos tecnológicos y telecomunicaciones; productos sanitarios y fitosanitarios; estancos; alimentos para animales de compañía y aquellos que presten servicios en lugar de vender productos, tales como ferretería, talleres y similares.

Los municipios afectados en la provincia de Cáceres son, además de la capital, Navalmoral de la Mata y Coria. En la provincia de Badajoz cerrarán bares, restaurantes y locales comerciales de la capital y además los de Fuente del Maestre, Villanueva de la Serena, Calamonte, Aceuchal, Olivenza, Montijo, Villafranca de los Barros, Puebla de la Calzada, Almendralejo, Don Benito, Azuaga y Castuera.