La provincia de Cáceres guarda innumerables secretos y paisajes de ensueño, donde poder disfrutar de la naturaleza en su pleno esplendor, degustar una deliciosa gastronomía, conocer su cultura o pasear por sus calles para descubrir su pasado, presente y futuro. Y es que, en esta magnífica tierra, nada es lo que parece, ya que las carantoñas no son simples caricias, ni el carnaval de Las Hurdes es un carnaval común. Ni siquiera los trampantojos de Romangordo son lo que parecen.

Por ello, si quieres descubrir la esencia y poner a prueba tu ingenio, te invitamos a descubrir la “a fala”, un dialecto de lo más curioso. Aunque si lo tuyo es el campo, la provincia de Cáceres es el lugar idóneo, ya que está rodeada de tradición, vegetación y de espectaculares paisajes. Donde tendrás la oportunidad de visitar la dehesa cacereña para descubrir todos sus enigmas, pudiendo recolectar miel o incluso, elaborar tu propio queso. Otra de las opciones, es disfrutar de las fiestas, de la cultura y de la tradición que envuelve a la provincia como, por ejemplo, Jarramplas, el Peropalo, el Carnaval de Campo Arañuelo, Los Empalaos, el Chíviri, Los Conversos, la Fiesta de la Tenca o la Pedida de la Patatera.

La arquitectura popular, la artesanía, el estilo de vida, las raíces y el carácter amable de sus gentes te harán sentir como en casa y con la necesidad de encontrar nuevos rincones para sentir la cultura local y el bienestar en el medio rural. Así pues, si tu pasión es descubrir lo auténtico de la provincia de Cáceres te vamos a ayudar a encontrarlo. De hecho, aquí encontrarás todo lo necesario para disfrutar de una larga estancia en la provincia de Cáceres. ¡No te quedes con las ganas, te estamos esperando!

NORTE DE CÁCERES

  

Cascada del Caozo en el Valle del Jerte. A la derecha, calle típica de Villanueva de la Vera.

En el Norte de Cáceres está compuesto por diferentes pueblos y ciudades donde te puedes adentrar en la naturaleza, recorrer las tradiciones más antiguas o incluso, contemplar su patrimonio histórico. Aquí, el invierno acumula nieve y detiene el curso de las cascadas con sus heladas, mientras sus pueblos rememoran tradiciones ancestrales como Jarramplas.

Al comenzar la primavera, la nieve se convierte en blancas flores de cerezos, un espectáculo natural tan precioso como efímero. Mientras que, al acabar, las abejas ofrecen la deliciosa miel de Las Hurdes y el verano sabe a cerezas del Jerte. Finalmente, las lluvias del otoño llenan los bosques de suculentas setas y pintan los valles de colores amarillos casi dorados, anaranjados vibrantes y apasionados rojos. Mientras, los pimientos se ahúman en los secaderos, dando lugar a uno de sus tesoros gastronómicos, el Pimentón de La Vera.

La ciudad de Plasencia, no sólo ofrece un entorno natural envidiable, sino un patrimonio histórico vivo. Las fortalezas de SIERRA DE GATA nos recuerdan que fue zona de enfrentamiento entre musulmanes y cristianos. La arquitectura de LAS HURDES nos muestra cómo el ser humano se adapta a lo que la naturaleza le ofrece, las huellas romanas de Cáparra, el balneario de Baños de Montemayor y la Ruta Via de la Plata, que articulan el Valle del Ambroz y las Tierras de Granadilla, o el desafiante Templo de Augustóbriga que sobrevivió a la inundación del embalse de Valdecañas, rememoran nuestro pasado. El curioso puente sin río y la catedral sin columnas de Coria nos demuestran que el arte sobrevive a los desastres naturales, el barrio judío de HERVÁS, y el conjunto histórico de Granadilla nos invita a seguir trabajando por mantener vivos nuestros pueblos.

Por todo esto, el Norte de Cáceres nos ofrece multitud de territorios que visitar rodeados de naturaleza, deliciosas materias primas y un inmenso patrimonio histórico.

TERRITORIOS UNESCO

Dolmen El Mellizo en Valencia de Alcántara.

Que casi dos centenares de naciones se pongan de acuerdo en que determinados territorios deben ser protegidos por lo que significan para la humanidad y el planeta, es algo debe hacernos detenernos y observar.

Cáceres cuenta con múltiples espacios reconocidos por la UNESCO como de categoría excepcional del oeste al este de su geografía.

La Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional se extiende por la parte oeste de la provincia de Cáceres y los municipios de Castelo Branco, Idanha-a-Nova y Vila Velha de Rodao en Portugal. Una experiencia única es recorrer la reserva a través de una de las embarcaciones que unen ambos países y descubrir alguna de las especies de flora y fauna poco comunes que podemos encontrar, como la orquídea serapia verde, que solamente florece en Cáceres; o verse sobrevolado por un grupo de buitres. Pero no sólo encontramos un patrimonio natural envidiable, también histórico como los dólmenes de Valencia de Alcántara o el puente romano de Alcántara, que, según reza una inscripción sobre el mismo “durará mientras dure el mundo”, y por ahora nada lo ha desmentido.

Cáceres cuenta con multitud de espacios reconocidos por la UNESCO. Dentro de estos espacios podemos encontrar tanto patrimonio natural como histórico.

Avanzando hacia el este llegamos a la Reserva de la Biosfera y Parque Nacional de Monfragüe, que representa la mayor mancha de bosque mediterráneo en todo el planeta. Monfragüe invita a explorar sus sendas, jugando a contar especies diferentes: encinas, ciervos, jaras, águilas, fresnos… Desde la prehistoria, con las pinturas rupestres de La Cueva del Castillo, hasta nuestros días, múltiples civilizaciones han dejado su marca: los romanos bautizaron el terreno por su exuberancia como Monsfragorum (monte fragoso), los árabes construyeron su castillo y los cristianos que lo conquistaron lo reformaron. Hasta su cielo nocturno es objeto de conservación ya que está reconocido como Destino Starlight, que lo confirma como uno de los mejores lugares para observar las estrellas en todo el mundo.

Guadalupe.

Finalmente, en el extremo más oriental, encontramos el Geoparque de Villuercas-Ibores-Jara, un recuerdo monumental de la unión de los continentes hace millones de años, ya que el perfil y la configuración de este terreno son similares a los de los montes Apalaches, en América. Abarca 19 localidades, entre ellas Guadalupe, cuyo impresionante Monasterio tiene también la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Los más aventureros verán recompensada su audacia si coronan los más de 1.600 metros del Risco Villuercas, y contemplar desde allí un mar de nubes atrapadas entre los valles.

TIERRAS DE CÁCERES Y TRUJILLO

Trujillo.

Pasado, presente y futuro. En las Tierras de Cáceres y Trujillo y en estas localidades extremeñas se encuentran las huellas de las civilizaciones antiguas, pero mezcladas con el amor por la cultura y la gastronomía que definen hoy a sus habitantes y mirando al porvenir.

El valor histórico y patrimonial de este territorio es impresionante y se sigue trabajando para dejar un legado que expanda nuestros horizontes. Cáceres, cuyo Casco histórico es Patrimonio de la Humanidad, no se conforma con vivir ese título, y acoge una vida cultural frenética: el Festival Womad llena las murallas medievales de músicas de todo el planeta, la fundación Helga de Alvear nos muestra las últimas vanguardias, y sus restaurantes, con Atrio al frente (dos estrellas Michelin), compiten por elaborar los más deliciosos platos usando las excelentes materias primas que se dan en la propia comarca: jamones y embutidos secados en las sierras de Montánchez y Tamuja, jugosos tomates de Miajadas o las exquisitas tencas de los ríos Tajo y Salor.

Las Tierras de Cáceres y Trujillo tienen un enorme valor histórico y patrimonial. Además de una gastronomía deliciosa de la que poder disfrutar en sus fantásticos restaurantes.

Mientras tanto, en las estepas de los Barruecos, rebaños trashumantes mantienen viva una tradición milenaria mientras observan las ultimísimas obras de arte del museo Vostell. En Casar de Cáceres los queseros artesanos miman sus Tortas del Casar a la vez que los viajeros descubren su moderna y fluida estación de autobuses. Trujillo, cuna de exploradores de América, es cuna también de los exploradores del futuro siendo sede del Centro Extremeño de Tecnologías Avanzadas, en donde podemos visitar un planetario dentro del claustro de un edificio del siglo XV.

Millones de espectadores pudieron observar ya estos parajes en la exitosa serie Juego de Tronos. El castillo de Trujillo fue el hogar ancestral de los Lannister, Roca Casterly, la Plaza de Mayor de Cáceres fue la capital de los Siete Reinos y los Barruecos vieron volar los dragones de Daenerys en su lucha por el Trono de Hierro. Ahora, usted tiene la oportunidad de convertir la ficción en su propia realidad, una experiencia apasionante en la que disfrutará de todos los contrastes que le ofrecen las tierras de Cáceres y Trujillo.

Puente viejo de Coria con la Catedral al fondo.