Los sindicatos más representativos de Liberbank y Unicaja tienen asumido que la fusión de ambas entidades traerá consigo el cierre de oficinas duplicadas y recortes de personal, pero confían que la salida se realice de forma voluntaria o por la vía de las prejubilaciones.

La nueva entidad resultante de la fusión tendrá en el mes de marzo, cuando ambos consejos den luz verde al acuerdo, casi 10.000 empleados, pero los órganos de dirección de Liberbank y Unicaja han puesto encima de la mesa un plan que contempla el cierre de oficinas duplicadas y el recorte de empleados con el objetivo de mejorar tanto su rentabilidad como su competitividad en un mercado cada vez más agresivo.

La fusión de Liberbank y Unicaja ya es una realidad que, a falta de un plan de ajuste definitivo, podría suponer el cierre de más de 400 oficinas y la pérdidas de más de 2.000 puestos de trabajo en Extremadura, Asturias, Castilla La Mancha, Cantabria, Andalucía y Castilla y León.

Tras la autorización de sus respectivas juntas generales de accionistas, está previsto que la fusión pueda llevarse a cabo antes del verano. El último escollo de la operación, que era el nombramiento del CEO de la nueva entidad, quedó desbloqueado hace días y los consejos de administración de ambas entidades ya han aprobado la fusión, que consistirá en el canje de una acción nueva de Unicaja por cada 2,7705 de LIberbank.