Tomaba café con él en la Avenida de la Montaña de Cáceres, revisó su móvil y me dijo que tenía que llamar a un compañero mío. Después supe que haría el prólogo al libro del amigo Florentino Velaz sobre un hijo predilecto de Cáceres y exalcalde de la ciudad: “Juan Iglesias Marcelo, alcalde ejemplar”, con quien compartiere tareas en el consistorio local. Allí estaban el día de la presentación, junto al autor, el protagonista y la presidenta de la Diputación, cuyo Servicio de Publicaciones editare la obra, Charo Cordero (Cáceres, 13/08/1966; 24/12/2020), la malograda presidenta de la Diputación y alcaldesa de Romangordo, fallecida la pasada Nochebuena. El amigo Florentino unió con la citada publicación a la presidenta de la Diputación y al profesor de Historia fallecido ayer. Los dos servidores de lo público, en Cáceres la primera, y en Extremadura el segundo, porque toda la abarcare en la enseñanza y la investigación. Y los dos bajo bandera de un mismo partido que propugnare un cambio para una sociedad distinta a la que vinieron al mundo y cuya muerte les ha llevado a unirse en cinco días en el más allá. Cosas del destino.

Marcelino Cardalliaguet Quirant (Ávila, 03/07/1937; Cáceres, 29/12/2020) unió siempre a su vocación de docente a la política y, ya jubilado, no descansare entre paseos por Cáceres y cafés en el suyo de toda la vida, pensativo de sus nuevas obras por escribir. Allí nos reunimos varias veces y hablamos de política y de libros. La primera vez que le visité fue en 1974 para entrevistarle sobre su tesis doctoral, dirigida por el catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Salamanca, Manuel Fernández Álvarez, titulada Segunda regencia del Príncipe Don Felipe (1543-1548). Aspectos políticos y económicos de Castilla a mediados del siglo XVI y la última, profesionalmente, para hacerle una entrevista e involucrarle, como a los de la generación del 98, en el periódico a través de artículos semanales en los que vertiere su pensamiento crítico sobre el acontecer diario, se desahogare y durmiere mejor, según me decía.

El profesor y político fallecido ayer realizó la especialidad de Historia en Salamanca y colaboró con el director del Departamento, profesor Fernández Álvarez, en la recopilación, transcripción y publicación de las cartas, relaciones e informes del Corpus documental de Carlos V en cuatro tomos (1973-1981). En 1966 fue profesor ayudante de clases prácticas en Comunes, concluyó sus cursos de doctorado e inició la redacción de su tesis doctoral. En 1971 se incorporó al Colegio Universitario de Cáceres, en el que dio clases de Historia Universal e Historia General del Arte en primero y de Historia de España y Paleografía, en segundo. Después, la recién creada Facultad de Derecho le propuso ser profesor de Historia del Derecho, asunto que consultó con el catedrático de la materia en la Universidad salmantina, Francisco Tomás y Valiente, el también malogrado profesor, asesinado por la banda terrorista ETA en su despacho de la Autónoma de Madrid, una vez que abandonare la presidencia del Tribunal Constitucional, que le animare en la tarea y que recordó en uno de sus artículos. En 1975 obtuvo cátedra de Geografía e Historia de Enseñanzas Medias, que ocupó en el “Suárez de Figueroa” de Zafra (Badajoz), del que fue director hasta octubre de 1979, año en que fue destinado al IES “El Brocense” de Cáceres. En Zafra fue concejal del ayuntamiento, diputado provincial y realizó investigaciones sobre el señorío de los Duques de Feria, la jurisdicción eclesiástica de la Colegiata de Zafra y sobre la Provincia de León de la Orden de Santiago. En Cáceres fue director del Instituto de 1982 a 1986, consejero de la Institución Cultural El Brocense, director de la revista Alcántara (1995-2001), coordinador del Servicio de Publicaciones de la Diputación y coordinador de la Sección de Historia y Arqueología del Ateneo de Cáceres desde 2001.

Entre sus obras más conocidas cabe destacar Historia de Extremadura (1988), Luis Sergio Sánchez, profesor y poeta extremeño a mediados del siglo XIX (1995), Sociedad y Territorio en la Historia de Extremadura (1999), Extremadura: El Patrimonio de la Humanidad: Cáceres, Mérida y Guadalupe (1999) y Don Diego María Crehuet del Amo. Un jurista en la literatura (2007), además de numerosas colaboraciones en otras publicaciones colectivas e institucionales y artículos y estudios en revistas sobre temas históricos de Zafra, Cáceres y regionales.

Marcelino Cardalliaguet consideraba en la entrevista que le realizare en 2000 que el último cuarto de siglo había sido el período más brillante de la historia extremeña. Afirmaba que la autonomía había aportado una nueva mentalidad a los extremeños y que lo que vino después fue concienciando a los habitantes de las dos provincias de que estaban condenados a entenderse, que no podían seguir viviendo de espaldas unos a otros y que Europa, en fin, “es una gran comunidad cultural, una comunidad de pensamiento, expresada en diversos idiomas, pero que en el fondo corresponde a una sola forma de estructura mental, cuajada en el Derecho Romano, como pauta de convivencia, y en el Cristianismo, como norma ética y filosófica para aceptar e interpretar los conceptos trascendentales de nuestra vida”.

Hasta el día de ayer, Marcelino fue siempre docente y político, a quien le gustare leer y escribir libros de Historia, la música clásica, el teatro y pasear por la ciudad que le acogiere definitivamente y con la que se volcare en la docencia, la investigación y en la amistad. Que la tierra te sea leve, profesor, compañero y amigo.