La familia de Julia Rangel, vecina de Aceuchal fallecida por coronavirus, ha mostrado su dolor e indignación frente al fallecimiento de esta mujer que recibió atención telefónica durante ocho días y sin conseguir un trato presencial por parte de los sanitarios.

Ante esta situación, los familiares de la fallecida han pedido que se abra un expediente sancionador para todos aquellos que “omitieron las llamadas reiteradas alertando del estado en el que se encontraba” y que “ante la gravedad de los hechos, así como el desenlace del mismo, solicito responsabilidad patrimonial y que se depuren todas las responsabilidades”.

De hecho, Ana Belén Rosa, ha pedido explicaciones sobre el fallecimiento de su nueva y ha planteado si hay derecho “a dejar morir a una persona joven asfixiada en su casa por la gestión que están haciendo de la Atención Primaria”.

La mujer ha relatado la misiva de los hechos destacando que fue el 11 de octubre cuando su suegra acudió al Punto de Atención Continuada (PAC) de Aceuchal tras “encontrarse mal”. Allí fue cuando la mujer, su marido y uno de sus hijos dieron positivo por coronavirus.

“Tanto su hijo como su marido realizan numerosas llamadas, las cuales deben estar registradas, siendo la respuesta que es su centro de salud el responsable de ir a valorarla ya que se encuentra mal y manifiesta que se asfixia”, ha apuntado Ana Belén Rosa.

Fue el pasado 15 de octubre cuando se realizó una llamada al 112 del centro de salud de Aceuchal “y la respuesta fue que están muy saturados, y la llaman pasados dos o tres horas para decirle que eso es normal sin valorarla; solo por vía telefónica. Y se atreven a prescribirle medicación sin previa valoración”.

Ante la situación de Julia, su familia sigue insistiendo y continúa llamando al centro sanitario. “El día 16, continúa igual, y así se puede demostrar por los Whatsapp enviados a familiares y conocidos cuando le preguntan al hijo por su madre. Siguen sin recibir llamada de su médico de familia a pesar de las llamadas realizadas en la que informaban que se fatigaba y que se ahogaba, pero siguen considerando, supongo, que al ser joven sin patologías previas, que no requiere de una valoración in situ, y que por teléfono se soluciona todo”, ha apuntado su nuera.

Las llamadas continúan, Julia seguía con fiebre y el día 18, su familia vuelve a llamar a Emergencias y al centro de salud porque “estaba muy decaída y desorientada. Algo que se puede intuir que todo se podía deber a la falta de oxigenación que estaba teniendo. Incluso les informan que está echando espuma por la boca y tiene el valor de seguir prescribiendo ansiolíticos y decirle que eso es de los nervios, y todo esto vía telefónica, hasta que el día 19, a las 7.00 horas, vuelven a llamar porque ya no responde, y en esos momentos cuando la pobre está casi muerta, deciden trasladarla al hospital Tierra de Barros, falleciendo a los pocos minutos”, ha relatado.

“¿Cree que se puede seguir atendiendo vía telefónica a las personas? ¿Cuántas más tienen que morir en estas circunstancias para que tomen medidas?”, ha destacado la nuera de la fallecida que ha asegurado que no hay derecho a esta situación.

También el Ayuntamiento de Aceuchal ha tramitado una queja ante las autoridades sanitarias tras la muerte de esta  vecina de la localidad en la que muestra el malestar, de todo el pueblo. En dicha queja ha pedido más medios “con los que lograr una mejor atención médica”.