Extremadura afrontará esta nueva semana con la declaración de un nuevo estado de alarma, la instauración del toque de queda en horario nocturno y el balance de 2.659 nuevos contagiados y 33 fallecidos en los últimos siete días.

Esta nueva cifra récord sitúa a esta comunidad autónoma en el máximo nivel de riesgo, con una incidencia acumulada de 352,44 contagiados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

En el período comprendido entre el 19 y el 25 de octubre esta región ha notificado 2.659 contagiados, es decir, 944 más que la semana anterior, lo que en términos porcentuales supone un incremento del 55%. Pero es que el número de fallecidos en la semana que acaba de concluir ha ascendido a 33; son 11 víctimas mortales más que la semana anterior, lo que supone un incremento del 50%.

Desde el pasado 28 de septiembre han perdido la vida 114 personas en Extremadura como consecuencia del coronavirus y el número de contagios ha ido creciendo a un ritmo vertiginoso. Así, durante la primera semana del mes hubo 1.073 contagiados, una cifra que se incrementó hasta los 1.346 durante la segunda y hasta los 1.715 la semana del puente festivo del Pilar. Los datos que arrojan los últimos siete días son demoledores, pues nunca antes desde el inicio de la pandemia se habían notificado 2.659 positivos.

A pesar de todo, lo que sí parece estabilizarse, aunque con peligrosos altibajos, es la cifra de fallecidos. Entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre murieron 35 personas como consecuencia de esta enfermedad. Durante la segunda y tercera semana la cifra se redujo a 24 y 22 víctimas mortales, respectivamente, pero en los últimos siete días ha habido un nuevo repunte que eleva hasta 33 las pérdidas humanas.

Los siete días que acabamos de dejar atrás han registrado hasta en dos ocasiones siete víctimas mortales en solo 24 horas; una de ellas fue el viernes y otra la fatídica jornada del sábado, donde además se notificó la cifra récord de contagios, con 500 nuevos positivos en un solo día.

La situación es de tal calado que Extremadura se ha visto obligada a solicitar el amparo del Estado de alarma para limitar la movilidad de los ciudadanos en determinadas franjas horarias. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, pidió el pasado viernes la aplicación de esta medida para instaurar el toque de queda desde la medianoche hasta las 06.00 de la mañana como medida de protección frente a la expansión del coronavirus.

El Gobierno ha dejado en manos de las comunidades autónomas la aplicación de la medida, que se podrá flexibilizar o no dependiendo de la evolución de la pandemia en cada una de ellas.