El Gobierno ha considerado que el cierre de los centros educativos debe ser el “último recurso” en el caso de brotes en las instalaciones. Por ello, se ha propuesto, que en caso de situación no controlada, sean los servicios de salud pública los que realicen una evaluación de riesgo para considerar el cierre temporal del centro educativo.

El cierre del centro duraría 14 días, aunque la reapertura del centro se realizará cuando la situación esté controlada y no suponga ningún riesgo para la comunidad educativa.

Además, Sanidad estima oportuno que los centros educativos deben contar con una figura de responsable en el manejo de coronavirus con funciones diversas. Será fundamental que este encargado maneje la comunicación y coordinación con los servicios sanitarios y
los servicios de salud pública de su comunidad autónoma.

Asimismo, no deben acudir al centro educativo aquellos alumnos que tengan síntomas o hayan tenido contacto con un positivo de coronavirus.

Asimismo, se ha presentado una guía de actuación ante la aparición de casos de coronavirus en los centros educativos. Se trata de un documento técnico que servirá de base a la hora de tomar las medidas de prevención y control se llevará a cabo cuando sea necesario.

La guía establece como ejes de actuación evitar la asistencia al centro de personas sintomáticas; el aislamiento precoz y referencia al sistema sanitario de personas con síntomas; el mantenimiento de la actividad lectiva extremando precauciones hasta los resultados de las pruebas diagnósticas; y la cuarentena de los contactos estrechos.

Dada una posible coexistencia durante este curso de la circulación de los virus de la gripe y coronavirus, se han acordado nuevos objetivos con la finalidad de proteger a los más vulnerables: alcanzar al menos coberturas del 75% en personal sanitario y mayores de 65 años; y de un 60% en embarazadas y personas con condiciones de riesgo.

La campaña de vacunación se realizará de forma y comenzará en la primera quincena de octubre.