La Junta de Extremadura instalará un sistema en 275 viviendas de empleados públicos de la administración regional para conocer el consumo eléctrico y las condiciones medioambientales.

Las personas seleccionadas deberán tener una vivienda habitual, preocupación por el gasto energético y empeño en mejorar los hábitos de uso eficiente.

Por otro lado, la vivienda deberá tener acceso permanente a Internet y Wifi y los propietarios tendrán que facilitar facturas de consumo energético en el año anterior y autorizar la lectura de los datos monitorizados durante un año.

El criterio de selección de las viviendas se hará según la zona climática, tipología y año de construcción, hasta completar el número necesario para la realización del estudio.

Se trata de un proyecto piloto de la Dirección General de Arquitectura y Calidad de la Edificación dirigido a aumentar las condiciones de confort y habitabilidad de la vivienda, ahorrar en la factura energética, reducir las emisiones de CO2 y favorecer la mejora de la eficiencia energética.

El sistema de tecnología se basa en la monitorización energética a través de tres equipos que miden el consumo eléctrico, las condiciones climatológicas exteriores y el confort interior. Entre ellos están comunicados a través de Wifi y a partir de ahí se vuelcan los datos en una plataforma.

A través de una ‘app’ los usuarios podrán consultar gráficas, datos históricos, posibles cambios de hábitos de uso y consumo en la vivienda.

Además, se podrá configurar el lanzamiento de avisos y alarmas asociadas para detectar consumos energéticos excesivos en la vivienda, superación de límites de determinados parámetros como CO2 o lecturas anómalas en los sensores de los dispositivos.

El director general de Arquitectura y Calidad de la Edificación, Alfonso Gómez Goñi, ha asegurado que “la instalación de estos sistemas de monitorización permitirá a la administración extremeña la adquisición de datos energéticos en tiempo real”.