El Ayuntamiento de Cedillo impondrá sanciones de hasta 3.000 euros a quienes protagonicen conductas inapropiadas en la vía pública a través de una Ordenanza Municipal de Seguridad y Convivencia Ciudadana que regula el ofrecimiento y demanda de servicios sexuales en los espacios públicos.

La nueva normativa es un instrumento regulador que establece las normas de conducta y fija un régimen sancionador para los casos de incumplimiento. Mediante una providencia de la alcaldía, el pasado 10 de marzo se solicitó un informe para modificar la ordenanza en vigor que fue tramitada y aprobada en una sesión plenaria por unanimidad de todos los partidos -cuatro concejales del PSOE, dos del PP y uno de IU-.

Cedillo es un municipio rayano de la provincia de Cáceres de apenas 450 habitantes y su alcalde es el socialista Antonio González Riscado, que aparece en el centro de la imagen.

La nueva ordenanza prohíbe «promover, ofrecer, solicitar, negociar, aceptar o mantener, directa o indirectamente, conductas relacionadas con servicios sexuales retribuidos, siempre que perturben, molesten, dificulten, limiten o impidan los distintos usos compatibles de los espacios o lugares públicos».

El ayuntamiento asegura que las conductas tipificadas como infracción persiguen preservar a los menores de la exhibición de prácticas de ofrecimiento o solicitud de servicios sexuales en la calle. También es su objetivo «mantener la convivencia y evitar problemas de vialidad en lugares de tránsito público y prevenir la explotación de determinados colectivos».

Con la nueva normativa se regula la ocupación del espacio público como consecuencia de las actividades de ofrecimiento y demanda de servicios sexuales y se establecen las infracciones y el régimen de sanciones. Así, la realización de estas prácticas tendrá la consideración de leves y serán sancionadas con multas desde los 30,00 hasta los 750,00 euros, salvo que el hecho sea constitutivo de otra infracción más grave, en cuyo caso las multas oscilarán entre los 750,01 y los 1.500 euros.

En el caso de que se mantengan relaciones sexuales mediante retribución en el espacio público, zonas habitadas, centros públicos o cualquier otro lugar de pública concurrencia, en sus proximidades o sean visibles desde ellos, la conducta será considerada como muy grave. En este caso se sancionará con multas de entre 1.500,01 y 3.000 euros si las conductas tienen lugar en espacios situados a menos de 200 metros de centros docentes o educativos o lugares frecuentados por menores de edad como parques infantiles, guarderías o similares.

La ordenanza también establece que el ayuntamiento prestará ayuda a las personas que ejerzan el trabajo sexual en la localidad y quieran dejar de hacerlo. De hecho, los servicios municipales informarán a todas las personas que ofrecen servicios sexuales retribuidos en espacios públicos de las dependencias municipales y de los centros de atención institucional o de carácter privado a los que podrán acudir para recibir el apoyo que sea necesario.

El Ayuntamiento de Cedillo también ha anunciado que colaborará «intensamente» en la persecución y represión de las conductas atentatorias contra la libertad e indemnidad sexual de las personas que puedan cometerse en el espacio público, en especial las actividades de proxenetismo o cualquier otra forma de explotación sexual, y, muy especialmente, en lo relativo a los menores.