El presidente de la Câmara Municipal de Castelo Branco, Luís Manuel dos Santos Correia, se verá obligado a dejar su cargo la próxima semana después de que el Tribunal Constitucional haya ratificado la condena que le fue impuesta por firmar varios contratos municipales con una empresa propiedad de su padre.

La dimisión de Correia afectará a Triurbir, la Agrupación Europea de Interés Económico de la que forman parte Cáceres, Plasencia, Castelo Branco y Portalegre, que llevan trabajando en tareas de cooperación desde el año 1997 y cuya presidencia tiene establecido un turno rotario entre las dos ciudades extremeñas y las dos portuguesas.

La presidencia del municipio de Castelo Branco será ejercida desde la próxima semana por el actual vicepresidente, José Alves, que será quien represente al municipio portugués en lo sucesivo en la agrupación Triurbir, que ha potenciado la unión de las ciudades que la integran en los ámbitos social, cultural y económico.

La primera presidencia de Triurbir, hace ya 23 años, la ostentó la ciudad de Castelo Branco, cuando aún no pertenecía a la agrupación Portalegre, que solicitó su entrada en el año 2007.

El aún presidente de Castelo Branco ha sido condenado de un delito de prevaricación cometido entre los años 2014 y 2016, período en el que desde la institución local se firmaron tres contratos con una empresa propiedad del padre del alcalde por importe de 180.000 euros. Los contratos fueron firmados por el hijo (alcalde) y el padre, socio de la firma contratada.

La actuación del todavía máximo representante del municipio es incompatible con la Ley de Tutela Administrativa de Portugal y aunque la defensa recurrió la condena alegando que el alcalde actuó sin pretender obtener una ventaja patrimonial o perjudicar al municipio, los tribunales han confirmado la pena impuesta.