Moraleja ha rendido homenaje este martes a su patrón San Buenaventura sin procesión por el municipio y sin venerar ni tocar a la imagen de este santo tan querido por los vecinos.

A pesar de las altas temperaturas, han sido numerosos los vecinos de Moraleja que, junto al equipo de gobierno, han acudido a la Iglesia Nuestra Señora de la Piedad a rendir homenaje al patrón. Eso sí, ataviados de mascarillas y con numerosas medidas de seguridad para evitar la expansión de la Covid-19.

Este año no ha habido procesión por las calles, ni paseo del santo de la mano de los mayordomos, tampoco música de charanga para disfrutar del 14 de julio en Moraleja. Sin embargo, no ha faltado una alfombra con lejía para limpiar el calzado a la entrada del templo y gel hidroalcohólico para desinfectarse las manos.

Los vecinos no han podido tocar a San Buenaventura ni venerarle porque es esencial guardar la distancia social. Por ello, en la Iglesia se encuentran marcaciones en el suelo con objeto de garantizar la separación de dos metros entre los participantes.