La Dirección General de Tráfico (DGT) continúa hasta el domingo con  una campaña de velocidad en la que se vigilará y controlará el cumplimiento de los límites de velocidad.

Los controles se centrarán en aquellos tramos de riesgo asociado a la velocidad, así como en aquellos puntos donde la circulación se realiza por encima del límite establecido y existe un elevado índice de siniestralidad. Además, atendiendo al carácter preventivo de la campaña, se anunciará a los conductores la existencia de controles a través de los paneles de mensaje variable o con señalización vertical circunstancial, cuando la vía no disponga de dichos paneles.

Con esta iniciativa se retoma el calendario anual de campañas que la DGT viene realizando desde hace años sobre los factores concurrentes más importantes de la accidentalidad y que se vio interrumpida por la pandemia del Coronavirus.

Como suele ser habitual, la DGT ha invitado a los ayuntamientos a sumarse a la misma de modo que también en las vías urbanas se realice esta labor de concienciación y control de la velocidad, teniendo en cuenta que en las ciudades, los peatones son los usuarios que más fallecidos registran y la velocidad la principal causa de ellos.

Después de tres meses en los que la movilidad se ha reducido para evitar la propagación del Coronavirus, la DGT ha apelado a que las ganas de salir a visitar a familiares y amigos y de vivir no se traduzca este verano en una mayor velocidad al volante

Asimismo, ha recordado que la velocidad tiene una influencia directa en la ocurrencia y severidad de los accidentes de tráfico. Con velocidades de conducción más altas, el número de siniestros y su gravedad aumentan exponencialmente. Muy relacionada con la velocidad está la distancia de detención del vehículo. Por término medio, a 120km/h se necesitará para detenerse una distancia superior a un campo de futbol.

Los organismos internacionales aconsejan que los límites de velocidad se establezcan considerando las fuerzas que el
cuerpo humano puede tolerar, que en el caso del ámbito urbano no debería ser superior a los 30km/h al convivir en el mismo espacio usuarios vulnerables con vehículos motorizados. En las áreas con intersecciones y alto riesgo de colisiones laterales la velocidad apropiada sería de 50 km/h y en las carreteras convencionales sin separación física de carriles y para reducir el riesgo de colisiones frontales el límite apropiado debería ser de 70 km/h.