Asaja Extremadura se ha levantado hoy de la mesa en la que se negociaba el convenio del campo y ha calificado de "chantajistas" a los sindicatos. Por el contrario, la otra rama conservadora del campo, APAG Extremadura Asaja, ha decidido firmar el acuerdo. 

El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha considerado que con la actitud mostrada por los  representantes sindicales durante la reunión no se puede llegar a ningún acuerdo, por lo que ha decidido reconsiderar su postura e impugnar el convenio del campo al considerar que dos organizaciones agrarias, UPA-UCE y COAG no cumplen los requisitos legales para estar presentes en las negociaciones.

Asaja Extremadura asegura que ha habido insultos por parte de los representantes sindicales desde el comienzo de la reunión, que pretendía alcanzar un acuerdo que diera estabilidad al campo extremeño.

García Blanco insiste en que su organización agraria estaba dispuesta a realizar un esfuerzo, teniendo en cuenta las condiciones de los últimos tiempos, con la doble subida del Salario Mínimo Interprofesional impuesta en el último año por el Gobierno de Pedro Sánchez y la caída de los precios.

"Desde el primer momento se ha encontrado a unos representantes sindicales agresivos en el fondo y en la forma, con amenazas durante el transcurso de la reunión con frases como o firmas o vamos a la huelga”, asegura la organización agraria.

Pero más allá del abandono de la negociación, lo que ha quedado patente es la fuerte división existente en el campo extremeño y, en concreto, las discrepancias entre las dos vertientes más conservadoras del sector. La otra rama conservadora de los agricultores y ganaderos, APAG Extremadura Asaja ha decidido firmar el convenio del campo tras una reunión de casi cuatro horas. En este caso, APAG se ha distanciado de la postura de Asaja Extremadura y se ha alineado con las tesis defendidas por las organizaciones agrarias UPA y COAG, y los sindicatos UGT y CCOO.

APAG Extremadura Asaja asegura que la firma ha sido posible gracias a que se ha vuelto al documento inicial pactado entre las partes el pasado 4 de junio. Hubo entonces una firma frustrada "por el intento de alguna de las partes de incluir nuevos puntos, como una tabla salarial, que no estaba consensuada", ha dicho la organización agraria en la tarde de este martes.

Según ha destacado el presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, se ha realizado un “esfuerzo” de responsabilidad para conseguir lo mejor para el campo extremeño.

El acuerdo incluye aspectos relacionados con la regulación de la jornada laboral, el registro horario, las cuestiones salariales o el valor de las horas extras de trabajo, así como una disposición adicional para incorporar la Tarjeta Profesional Agraria (TPA) en el convenio colectivo.

Juan Metidieri está convencido de que este acuerdo garantiza "la paz social en el campo extremeño" aunque la sensación es que ahora, más que nunca, está en guerra.