El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha pedido a los ayuntamientos y mancomunidades que han decidido no abrir sus piscinas y zonas de baño ante el temor a los contagios de coronavirus este verano que "valoren" y "mediten" esta decisión con el fin de que los extremeños que regresan a su tierra en verano encuentren una alternativa de ocio.

Según ha señalado Vergeles, las casas regionales de extremeños prevén el desplazamiento de entre 300.000 y 500.000 extremeños a sus pueblos de origen este verano.

"Si no están abiertas las piscinas, no sé cual es la alternativa de ocio para esas personas", ha dicho Vergeles, quien no obstante ha destacado que esta es una decisión que compete a los propios ayuntamientos atendiendo a la autonomía municipal.

Para facilitar su apertura, la Junta ha elaborado una guía con recomendaciones para las zonas de baño de la comunidad este verano, tanto piscinas naturales como artificiales, públicas y privadas.

En este sentido, ha recordado que cuando las mancomunidades y municipios decidieron no abrir sus piscinas la situación de la pandemia era diferente a la actual. Por ello, han elaborado estas nuevas condiciones que suponen un alivio en las restricciones y en las medidas de seguridad a adoptar, para que "lo valoren, que lo mediten y si se sienten seguros para abrirlas, que lo hagan, y si no, están en todo su derecho a no abrirlas".

Esto también sirve, ha señalado, para las comunidades de vecinos, para lo cual se va a enviar esta guía a los administradores de fincas.

La guía también incluye un listado con 35 zonas de baño naturales, que son las incluidas en el registro europeo Nayade que controla la calidad de las aguas, y en este sentido ha recomendado a las que no lo están, una quincena, que tramiten su registro.

Por otro lado, ha señalado que la Junta, a pesar de las palabras de la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores, "no se va a meter" en la contratación de personal para controlar los aforos en las piscinas naturales y gargantas, ya que esto es una decisión, ha insistido, que depende de la autonomía de cada municipios, por lo que ha dejado en sus manos esta posibilidad.

Así, la guía recoge la recomendación general de mantener 1,5 metros de distancia de seguridad, aunque se pueden establecer medidas más restrictivas en este sentido dependiendo de la configuración de la piscina y de la zona pública.

Cada usuario debe disponer de tres metros cuadrados de superficie en la zona de playa o recreo. Recomienda también establecer un sistema de desinfección de manos a la entrada de las instalaciones; y en los aseos o vestuarios de superficie igual o menor a 3 metros cuadrados solo puede haber una personas en el interior. En los de mayor superficie mantener el 1,5 metros de distancia.

Se recomienda el cierre de las duchas de los vestuarios y acceder siempre a las zonas de baño del censo europeo (NAYADE).