Los servicios de acogida de las 96 Cáritas Parroquiales de la Diócesis de Coria-Cáceres atendieron en 2019 a un total de 1.050 personas, lo que supone casi un 7% más que en el ejercicio anterior. Además, solo en mes y medio desde que se declaró la pandemia del Covid-19, se han realizado el 63% de las atenciones de todo el año pasado.

El perfil de las personas que acuden a estos servicios de acogida es bastante similar al de años anteriores, aunque destaca un ligero aumento en el número de mujeres y una menor presencia de menores en las familias, dato que contrasta con lo sucedido durante la crisis del Covid, donde el 77% de las familias atendidas tienen algún menor entre sus miembros.

Son datos que se recogen en la memoria anual de Cáritas que se ha hecho pública este jueves, coincidiendo con el día del Corpus Christi, y en la que destaca que, durante el 2019, ha habido un repunte de la atención a la población inmigrante, lo que la organización achaca a los "déficits" que presentan los planes oficiales de atención a inmigrantes y refugiados.

En ella, Cáritas advierte de la "cronicidad" de la pobreza y la exclusión social que padecen muchas familias en la región que todavía no habían superado la crisis de 2008 y que ahora se han afectadas por la actual crisis sanitaria, que tendrá sus peores consecuencias en el ámbito de lo social.

Para paliar estos efectos, Cáritas desarrolla varios programas de acompañamiento como el de empleo, en el que se han atendido en 2019 a 670 personas con un total de 2.510 intervenciones encaminadas a lograr su inserción laboral. Todas estas intervenciones están enmarcadas en un itinerario individualizado que comprende desde la acogida y la orientación hasta la inserción laboral.

Cabe destacar que el 60% de las personas usuarias del programa no tienen estudios de ESO, motivo por el que el programa ha seguido apostando por la formación para el empleo como "la mejor vía para salir de la exclusión, llevando a cabo diversos talleres de atención sociosanitaria, hostelería, limpieza, trabajos del hogar, etc", informa la organización en nota de prensa.

Además, en su tarea de intermediación, ha gestionado 200 ofertas de trabajo con empresas y empleadores, y ha logrado hacer "efectiva y real" la incorporación al mercado laboral de 143 personas.

En la exclusión más severa, donde se encuentran las personas sin hogar, el Centro Vida situado en las inmediaciones de la estación de Renfe en Cáceres, ha tenido una ocupación del 96%, y ha atendido a un total de 311 personas, con una media de permanencia de 17 días.

Otro colectivo de los que más sufre la exclusión es el de las personas migrantes, a los que se da respuesta mediante la información, orientación y asesoramiento con el objetivo de alcanzar la normalización administrativa, además de ofrecerles espacios para la participación en otras acciones encaminadas a la promoción y la integración como son los talleres de cultura, habilidades personales y sociales, clases de castellano, etc., con el fin de lograr su inserción social y laboral.

Además, Cáritas cuenta con dos pisos de acogida en los que se alojaron 13 personas. Durante el año 2019 han sido atendidas desde el programa 358 personas, "ante las respuestas ineficientes del Estado que continúa dejando fuera del sistema a muchas de estas personas", recoge la nota.

En cuanto a los programas de acompañamiento a las personas mayores, que son las que más sufren la soledad, los voluntarios de las Cáritas Parroquiales, y desde el servicio de ayuda a domicilio que presta apoyo para el desarrollo de las actividades de la vida diaria, se atendió a 44 mayores.

Por otro lado, desde el programa de familia se han desarrollado planes de intervención con 123 personas, que buscan el desarrollo integral de todos los miembros de la familia, así como talleres donde aprender a mantener relaciones sanas entre ellos y de éstos con su entorno social, en los que han participado 52 personas entre padres y niños.

En cuanto al colectivo mujer concretamente Cáritas acompaña a distintos grupos repartidos por toda la Diócesis de Coria-Cáceres, desde los que se impulsan las relaciones personales mediante talleres de autoconocimiento y crecimiento personal, salud y adquisición de habilidades, en los que han participado 63 mujeres.

Cáritas también desarrolla trabajos con las personas privadas de libertad o con aquellas que deben cumplir con medidas alternativas a la prisión. Lo hace en colaboración con Instituciones Penitenciarias y en cooperación con Pastoral Penitenciaria, cuyos voluntarios desarrollan diversas actividades dentro de prisión de las que se han beneficiado 104 personas.

Igualmente, y con el fin de lograr el cumplimiento de condenas que no requieren una medida privativa de libertad, Cáritas es centro colaborador para el desarrollo de trabajos en beneficio de la comunidad, en 2019 han sido 16 personas las que han desarrollado estos trabajos.

Para el sostenimiento de toda esta actividad Cáritas cuenta con la ayuda de donaciones de particulares y empresas privadas, así como subvenciones de administraciones públicas. Para la gestión de su actividad en todos los programas que desarrolla, invirtió el año pasado un total de 1.115.458 euros, una cifra igual a la del año anterior, de la que el 59% procede de financiación pública y el 41% de financiación privada.

Cáritas Coria-Cáceres cuenta con 794 voluntarios, 33 trabajadores, 316 socios y 305 donantes, así como con la colaboración de las entidades y empresas que ayudan en el sostenimiento de la actividad.

Aunque destaca que "la solidaridad está viviendo un nuevo resurgir" a raíz de la situación de crisis sanitaria vivida en los últimos meses, es importante "hacer un llamamiento a seguir aunando esfuerzos para que este valor no sea temporal", y que cale como un nuevo modelo social en el que prime el bien común.