RAQUEL DE LA ROSA – CORIA

 

Una clínica de Coria hace historia y realiza por primera vez en el mundo un tratamiento fisioterapéutico de alto rendimiento a un toro de lidia. Campanero, un semental de encaste de Santa Coloma de la ganadería de lidia de José Luis Bertol, se ha convertido en el primer toro bravo del mundo sometido a un tratamiento fisioterapéutico de alto rendimiento.

 

Tras lesionarse gravemente en una brutal pelea en el campo, se lesionó gravemente una de las patas traseras. El fisioterapeuta Javier Alfonso Valle y su equipo no tardaron en ponerse al servicio del animal y se trasladaron a la dehesa con un equipamiento de última generación para practicar un tratamiento de Fisiotecnología Neurocientífica Funcional. Se trata de “la mayor tecnología terapéutica por primera vez en el campo bravo”, así lo ha señalado Alfonso.

 

El objetivo prioritario de este tratamiento no ha sido más que el de diagnosticar y conocer el alcance de la lesión para rehabilitar la zona dañada con un tratamiento de alto rendimiento simular al que realizan a deportistas profesionales.

 

“Como el toro bravo de lidia tiene una capacidad biomecánica sobrehumana y un umbral del dolor altísimo, se ha empleado por primera vez, cargas electro estimuladoras especiales de hasta 50.000 m-julios, 4 veces más potencia del máximo empleado en humanos para realizar un tratamiento extra intensivo durante la sedación”, así lo ha explicado este fisioterapeuta que ha tratado a más de 20.000 pacientes.

 

La base del tratamiento ha sido la Neuromodulación Funcional invasiva y no invasiva para recuperar la función nerviosa periférica que se había visto afectada por la lesión. Asimismo, se ha realizado también una terapia regeneradora invasiva para acelerar el proceso de recuperación de la articulación del tarso.

 

“Se ha tratado de una experiencia científica pionera en el campo de la fisioterapia que, tras arrojar muy buenos resultados, puede probarse en humanos para acelerar y mejorar los actuales procesos de rehabilitación”, ha concluido.