RAQUEL DE LA ROSA – MORALEJA

Tras meses con los hospitales cargados de pacientes, las UCI extremeñas están libres de enfermos con coronavirus. Fue durante la última jornada cuando el último de los pacientes, en este caso en el Área de Salud Don Benito-Villanueva de la Serena, abandonó los cuidados intensivos del hospital tras su mejora frente al virus.

El coronavirus ha dejado a muchos guerreros que han salido entre aplausos de los centros hospitalarios, ha sacado el lado solidario de la población, ha robado vidas con historias por escribir y ha sacado auténticos héroes que, en lugar de capas, llevan batas y al principio de la batalla no tenían ningún escudo.

El cierre de las UCI en Extremadura podría suponer el punto y final de una de las historias inolvidables en la mente de más de un millón de extremeños. Han sido más de un centenar las personas que han necesitado cuidados intensivos en la región. Las cifras comenzaron a ascender a principios del mes de abril cuando el virus comenzó a instalarse entre la población, pero la lucha continuó hasta que los datos han ido descendiendo.

La guerra aún no se ha vencido, pero sí la primera batalla. Las UCI extremeñas están vacías, pero en los hospitales aún continúan pacientes afectados por la Covid-19. También se ha ido reduciendo el número de fallecidos, pero han sido más de quinientas las vidas, según datos oficiales, que se ha llevado este virus.

A pesar de que parezca que el virus se está marchando, aún sigue ahí por lo que no se debe bajar la guardia y se tienen que seguir respetando las medidas de seguridad e higiene.

El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles o el presidente de la Junta de Extremadura han apelado a la responsabilidad individual y han pedido, una vez más a la ciudadanía, que sea precavida y respete las medidas de alivio de las fases de desescalada porque “cualquier tropiezo puede llevarnos de nuevo al confinamiento”.