Extremadura continúa realizando más pruebas de test rápidos que de PCRs a pesar de la dudosa fiabilidad de los primeros. Hasta el 7 de mayo, el número de test realizados a pacientes sospechosos de Covid-19 mediante la técnica de PCRs era inferior al de los test rápidos. 

Según los datos del Ministerio de Sanidad, en Extremadura se habían realizado hasta esa fecha 24.356 pruebas mediante PCRs y 24.977 utilizando test rápidos. La PCR, siglas en inglés de ‘Reacción en Cadena de la Polimerasa’, permite detectar un fragmento del material genético de un patógeno o microorganismo para determinar si una persona está infectada o no. Esta es la prueba más fiable para conocer con exactitud si una persona está infectada.

La complejidad de las PCR y el largo tiempo de espera hasta que se conocen los resultados llevó a las autoridades sanitarias a realizar los test de diagnóstico rápido, más sencillos y de resultados más cortos.

Del 1 al 7 de mayo, Extremadura ha realizado 7.130 test rápidos a ciudadanos de la región sospechosos de padecer la enfermedad del coronavirus, mientras que en el mismo período las pruebas de PCR realizadas ha sido de 4.545. A diferencia de lo que sucede con las PCR, el resultado de un test rápido suele conocerse a los 15 minutos de realizarse la prueba, pero su fiabilidad es dudosa.

Sin ir más lejos, en Moraleja se produjo un incidente como consecuencia de la utlización de un test rápido a una paciente de una residencia de mayores que dio resultado positivo y luego falleció. El resultado del test le permitió al médico certificar la defunción por esta causa y cuando ya había firmado el acta llegó el resultado de la prueba PCR que dio negativo y que confirmó que la mujer había fallecido por otras causas.

En Extremadura, la tasa de realización de pruebas PCR por cada 1.000 habitantes es del 22,92%, mientras que la de test rápidos es del 23,50%. La PCR localiza y amplifica un fragmento de material genético, que en el caso del coronavirus es una molécula de ARN. Es una prueba que presenta cierto grado de complejidad, por lo que necesita personal entrenado y preparado para su realización.  

Desde el inicio de la epidemia se ha realizado el diagnóstico mediante técnicas de PCR, pero el colapso del sistema sanitaria obligó a realizar pruebas mediante una segunda batería de técnicas, los citados test de diagnóstico rápido, que permiten conocer en 10-15 minutos si una persona está o no infectada.

A diferencia de la PCR, los test rápidos no identifican el ARN del virus, sino que detectan, o bien anticuerpos producidos frente al virus utilizando una muestra de sangre, que es otra manera de conocer si el paciente está o ha estado infectado, o bien proteínas del virus presentes en las muestras respiratorias de exudado nasofaríngeo. Su funcionamiento es similar al de los test de embarazo, pero su fiabilidad, al igual que éstos, también es dudosa.

En unos momentos en los que el sistema sanitario no daba más de sí, los test rápidos han permitido mejorar el cribado en la población y limitar los ensayos de PCR sólo a aquellos pacientes que, con sintomatología, daban un resultado negativo mediante los test rápidos, lo que ha permitido liberar profesionales y recursos en el Sistema Nacional de Salud. 

En el fichero adjunto pueden comprobarse el número de pruebas PCRs y de test rápidos realizados en Extremadura según los datos del Ministerio de Sanidad.