La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha lamentado la agresión que sufrió, por parte de un interno, un funcionario del centro penitenciario de Cáceres.

El funcionario resultó herido en una mano al ser empujado por el interno contra la litera de la celda, situada en el módulo 4, teniendo que ser reducido por su "estado de agresividad", según ha informado el sindicato en nota de prensa.

En esta línea, CSIF ha criticado que este interno, que ha causado "incidentes similares en otras ocasiones, debería haberse encontrado en el módulo de aislamiento pero no fue posible porque en ese departamento se encuentra aislada una interna enferma de Covid-19".

Así, ha abundado en que este preso debido a su "condición conflictiva repetitiva" no debería haber estado en la prisión cacereña porque ésta "no reúne las condiciones para atender casos con coronavirus y con circunstancias de falta de adaptación por violencia".

Sin embargo, ha recordado que, ante la declaración del estado de alarma, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no permite el traslado de presos a otros centros mejor preparados para atender estas situaciones, lo que ocasiona un "peligro constante para los funcionarios que carecen de medios suficientes para desarrollar su trabajo".

Así, CSIF ha solicitado a la dirección del centro cacereño distintas medidas preventivas para preservar la seguridad y la salud de los trabajadores frente a un posible contagio por el Covid-19, una de las principales es la realización de test diagnósticos de coronavirus a toda la plantilla de la prisión para así detectar a los portadores del virus.