El Gobierno pretende compensar las pérdidas de bares y restaurantes y las limitaciones de aforo de sus terrazas permitiendo la entrega de comida a domicilio, mientras que a otros negocios les permitirán aceptar clientes pero con cita previa y con un cliente por cada trabajador. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este sábado para abordar distintos aspectos relacionados con la crisis del coronavirus y la desescalada de las restricciones.

En este sentido ha informado que a partir del lunes, día 4 de mayo, será obligatorio el uso de mascarillas a los usuarios del transporte público. Las mascarillas serán entregadas de forma gratuita a los viajeros que accedan a este tipo de transporte.

También ha explicado que la próxima semana va a solicitar la prórroga del estado de alarma "porque ha funcionado”, y ha justificado el parón económico de la actividad empresarial anunciando un nuevo fondo social no reembolsable de 16.000 millones de euros para las autonomías.

El Gobierno pretende compensar las graves pérdidas económicas que está sufriendo la hostelería permitiendo que los bares y restaurantes puedan abrir al público para poder cocinar y hacer entregas de comida para llevar. En este sentido se ha establecido un sistema de reparto para mayores y dependientes.

El colectivo de la hostelería ha criticado con dureza las limitaciones impuestas por el Gobierno de reducir a un tercio el aforo de sus terrazas y ha asegurado que resulta inviable abrir sus puertas en estas condiciones. 

A otras industrias y comercios se les pretende compensar con otros métodos que conllevan muchas limitaciones. Así, ferreterías, librerías y talleres, por citar sólo algunos de ellos, podrán aceptar clientes pero será obligario que acudan con cita previa. Además resulta imprescindible que este tipo de negocios abra siempre que exista un cliente por cada trabajador y con horarios especiales para mayores, que son la población más vulnerable.

Desde hoy los deportistas han podido salir a la calle a hacer ejercicio y los mayores de 70 años de edad y personas dependientes han pasear por primera vez desde que se decretara el estado de alarma.