Los pacientes terminales infectados por Covid-19 podrán recibir la compañía de sus familiares en visitas programadas de cuatro horas de duración y en el caso de que el enfermo no se encuentre contagiado podrá prolongarse hasta un máximo de 16 horas.

El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, compareció este martes para informar sobre el Covid-19 y el plan de acompañamiento a pacientes críticos, que ha quedado plasmado en un protocolo que deberán seguir los familiares que acompañen a los enfermos terminales en los últimos momentos de su vida.

Vergeles informó que en el caso de las residencias se actuará de un modo más flexible y se permitirán más visitas que en el ámbito hospitalario. También explicó que, dado que en las residencias pueden producirse fallecimientos por otros motivos, se han establecido duraciones de las visitas, que tendrán una duración variable en función del motivo de la muerte.

Así, en el caso de que el paciente no haya fallecido como consecuencia del Covid-19, la duración de la visita será de 16 horas. Sin embargo, si el paciente ha fallecido por coronavirus, la visita máxima será de cuatro horas. Esto por lo que respecta a las residencias de mayores, ya que en los hospitales no existe un criterio específico dado que la mayoría de los enfermos estará en UCI y el acceso es más restringido.

El consejero de Sanidad explicó que "se pretende prevenir determinados duelos patológicos" y que se está trabajando en las unidades de salud mental de modo que se permiti afrontar mejor la pérdida de un ser querido.

La Junta de Extremadura tiene previsto "intensificar la comunicación con las familias" y utilizar, como ya se viene haciendo, todas las herramientas de comunicación a su alcance, como dispositivos móviles, teléfonos y tabletas.

QUEJAS DE FAMILIARES 

El consejero reconoció que siguen llegando quejas de familiares que no tienen información sobre la situación de sus familiares porque el personal "se encuentra absorbido" y con falta de tiempo, aunque reconoció que no pretende que eso sea ninguna excusa.

Las visitas serán decididas por el residente, en el caso de que pueda hacerlo por sí mismo. Por tanto, será el paciente el que decida quién quiere que le acompañe "en los momentos mas delicados de la enfermedad o de la vida".

El protocolo aprobado por la Junta de Extremadura deja claro que en todos los casos, la visita sólo podrá realizarla una persona con pocos factores de riesgo para evitar el contagio y que no haya sido diagnosticada por Covid-19.

El personal del centro informará al acompañante de la situación del paciente y del estado en el que se va a encontrar a su familiar para que no llegue a producirse un choque emocional. Asimismo, el personal dará las instrucciones necesarias a los familiares acerca de la utilizacion de los elementos de protección personal, que le serán facilitados por el centro.

También establece el protocolo que el acompañante será una persona, aunque excepcionalmente podrán ser dos si se producen situaciones "muy excepcionales". En cualquier caso, siempre prevalecerá el criterio clínico.

El paciente en fase terminal será trasladado a una habitación individual y habrá un aislamiento adecuado, salvo en la UCI, donde el sistema sanitario determinará las condiciones por tratarse de una situación complicada.

En el caso de que los pacientes se encuentren ingresados en un centro hospitalario, el familiar se confinará con el enfermo y si no se produce el fallecimiento en el transcurso de la visita, el familiar será informado en el momento en el que se produzca el deceso.