"No tengo ningún mérito", ha afirmado públicamente el concejal de Participación Ciudadana y de Barrios del Ayuntamiento de Moraleja. Pedro Miguel Enrique Serrano lleva por bandera la caridad y la ha levantado más alta que nunca batallando contra el Covid-19 en Moraleja y en los pueblos de alrededor.

Él resta importancia a las horas dedicadas a ayudar a los mayores, a los discapacitados, a los que están sólos en estos días caóticos que se han convertido en una pesadilla también para los extremeños encerrados entre cuatro paredes. "Cuando pienso que habría sido de mí, si tengo que estar en casa desde el 14 de marzo y sin salir me da un yu yu…." 

Ha recorrido calles y casas para saber quién necesitaba ayuda. Ha tendido la mano a los más necesitados y les ha dado de comer. Ha recorrido los pueblos de alrededor para llevar ordenadores a los estudiantes, para que no se pierdan en esto que ahora se llama la "brecha digital" y no es más que perderse el curso y no poder seguir adelante.

Protegido como mejor ha podido para no pillarse el maldito Covid-19 ha robado tiempo a su familia para acompañar a los voluntarios de Protección Civil a llevar alimentos a quien no puede salir a comprar, a quien no puede cocinar….Ha repartido guantes, mascarillas, material sanitario a todos aquellos que lo han necesitado. Ha atendido cientos de llamadas, ha gestionado lo habido y por haber y la respuesta siempre ha sido la misma: una gran sonrisa.

Incluso ha tenido tiempo de escribir cartas a la Virgen de la Vega, de atender a sus seguidores de las redes sociales y de recordar que en el mundo hay miles de niños que viven en esclavitud, con jornadas de trabajo interminables.

Él también ha pedido en un vídeo que compres en Moraleja, no se ha olvidado de recordar a los ciudadanos cómo hacer ejercicios de gratitud en plena crisis del coronavirus y de dar ánimo a los que el bicho les ha dejado sin parte de su vida y les ha arrebatado parte de su corazón para siempre.

"Dicen nuestro mayores que no hay mal que por bien no venga, lo comparto y lo retengo. Así ha sido para mi. Ahora que creo que ya hemos pasado lo peor y que se ve la luz os digo que ha sido una suerte serviros y lo volvería a hacer, espero y deseo que no de esta guisa pero sí en otras coyunturas, que vendrán".

Será de otra guisa Pedro, esperemos sin guantes, sin mascarillas…será en el sitio en el  que tú decidas para darte un gracias y recordar aquellos aplausos de las ocho de la tarde.