RAQUEL DE LA ROSA – PIORNAL

Auténticos héroes, sin capa y con mucha fuerza ha sido lo que ha dejado el Covid-19. Historias de superación, de amor y de guerreros que llegan al alma. Floro Prieto es un vecino de Piornal de 93 años. Un hombre que arrastra a sus espaldas el dolor de la Guerra Civil y los efectos de la posguerra. Un varón que, a pesar de todo lo que ya había vivido, también fue víctima del Covid-19, pero con un final feliz. Floro permaneció diez días ingresado en el Hospital Virgen del Puerto de Plasencia y ha sido dado de alta para continuar su tratamiento en su domicilio, en su casa de Piornal.

Flor Prieto es su hija, la mediana de siete hermanos que han vivido esta experiencia con tristeza y preocupación, tal y como ha asegurado ella misma. Floro presentaba numerosos síntomas compatibles con Covid-19: fiebre, tos y neumonía. Algo que fue incrementándose hasta causar una insuficiencia respiratoria, fue entonces cuando en el hospital le hicieron la prueba, tenía coronavirus; explicaba la mediana de sus progenitoras.

“A pesar del miedo y del cansancio que produce esta enfermedad, nunca dejó de luchar. Su ilusión era volver a casa”, ha explicado Flor Prieto, que ahora se encarga de cuidar a su padre en la casa en la que creció.

Floro estaba en una residencia cuando se contagió. “Al estar en un geriátrico tienes más miedo. Fue un golpe de mala suerte”, ha asegurado Prieto que además ha destacado la fuerza y entereza de su padre para luchar contra este virus  ya que tiene un marcapasos y casi 94 años a sus espaldas.

Para Flor y sus hermanos los diez días que su padre permaneció ingresado en el Hospital Virgen del Puerto fueron muy difíciles. “Te sientes impotente porque no puedes estar con él, ni siquiera darle un abrazo. Al final es algo que ha pasado él solo”.

Actualmente Floro se encuentra en su casa, en Piornal tomando todas las medidas pertinentes para acabar de una vez por todas con este virus. “Va avanzando, mejora poco a poco. Solamente quiere que acabe esta situación, la enfermedad, el confinamiento, para poder estar juntos”, ha asegurado.

“Este virus se está llevando a una generación que no volverá. Personas que no merecen irse de esta manera. Generaciones que han visto y vivido la pobreza, la guerra, la miseria. Gente que ha salido adelante sin tener nada. No es justo”.

Aunque solo un hijo pudo ir a recibirle a la salida del hospital por recomendación médica, toda la familia está feliz por la salida de su padre del hospital y su vuelta a casa. Solo esperan que termine el tratamiento y que todo pase para volver a reunirse con él y su madre.

A pesar de todas las historias que se cuentan con respecto a este coronavirus son muchas las personas que no respetan el Estado de Alarma. Actualmente en Extremadura hay más de 10.000 denuncias por no respetar el confinamiento.

 “Lo único que le pido a la gente es que se tomen en serio esta enfermedad. El virus llega y puede tocarle a cualquiera”, ha finalizado Prieto.