Un vecino del municipio cacereño de Riolobos ha perdido la vida presuntamente a manos de su propio hermano en el domicilio que ambos compartían en el número 14 de la Travesía del Cuenco de esta localidad. El fratricida se ha suicidado después.

Según el relato de los hechos al que ha tenido acceso Radio Interior a través de fuentes de la investigación, los hechos pudieron suceder entre las 08.00 y las 09.00 de la mañana del Miércoles Santo, si bien el hallazgo de los cadáveres no se produjo hasta entrada la noche, cuando una sobrina de las víctimas se dirigió a la vivienda de los fallecidos tras intentar contactar sin éxito con ellos a lo largo de la jornada.

Tras el hallazgo puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, que dio traslado del asunto al equipo de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Coria, que se desplazó al domicilio de los dos fallecidos y que ya ha abierto una investigación para esclarecer las causas del suceso.

Las víctimas de esta tragedia son los hermanos Justo y Julián Calvo Fernández, de 63 y 72 años de edad, respectivamente. Según los primeros datos que manejan los investigadores, durante la mañana del miércoles, el mayor de los hermanos, Julián, se disponía a desayunar en la cocina de la vivienda de planta baja en la que ambos vivían cuando accedió al lugar Justo que, presumiblemente, cogió un cuchillo con el que le provocó heridas en el cuello que le provocaron la muerte de forma prácticamente instantánea.

El cuerpo de la víctima quedó tendido en la cocina en medio de un gran charco de sangre, con el desayuno sin empezar y varias pastillas que formaban parte de la medicación diaria que le había prescrito su médico de cabecera.

A continuación, el fratricida se dirigió al cuarto de baño con el mismo cuchillo con el que había asesinado a Julián y se quitó la vida, provocándose cortes en el cuello similares a los que había propinado a su hermano. Algunos vecinos de Riolobos y miembros de la investigación han confirmado que padecía algún tipo de transtorno depresivo.

Hijos de Eusebio y Felicita, que vivieron toda su vida en la Calle Real de Riolobos, nada hacía pensar tan fatal desenlace en un entorno familiar normal que los dos hermanos habían compartido desde hace tiempo sin grandes problemas.

Los vecinos con los que ha hablado Radio Interior aseguran que el suceso les ha pillado "por sorpresa" y que se trataba de "dos vecinos tranquilos del pueblo".

Los cuerpos sin vida de los fallecidos han sido trasladados, por orden del Juzgado de Instrucción nº1 de Coria, al Instituto de Medina Legal de Cáceres para la realización de las correspondientes autopsias. El consistorio ha decretado una semana de luto oficial por la muerte de los hermanos Calvo Fernández y las banderas de la fachada consistorial ya ondean a media asta.