MÓNICA PASCUAL – CÁCERES

El Ayuntamiento de Cáceres ha adoptado otro paquete de medidas que se suman a las anunciadas en la jornada de ayer y que se extienden a la suspensión de celebrar actos en la vía pública, así como el cierre de los parques y jardines como el del Príncipe o El Rodeo, las instalaciones deportivas y el precinto de los conjuntos de juegos infantiles que hay repartidos por toda la ciudad, al menos hasta final de mes.

El precinto de columpios y toboganes, que comenzará este mismo viernes, se hace para evitar lo que ha pasado en otras ciudades con la suspensión de las clases desde el próximo lunes y viendo que estos espacios se han llenado de niños ante la falta de colegio.

"No queremos que pase eso en nuestra ciudad", ha dicho el alcalde Luis Salaya en una rueda de prensa que se ha celebrado a puerta cerrada sin periodistas y se ha retransmitido por streaming, como medida de seguridad para evitar la propagación del coronavirus.

También se suprimen los mercados y la venta callejera, de manera que este sábado ya no se celebrará el de Aldea Moret, así como también se cancela el del miércoles en Vegas del Mocho y el de los jueves en la entrada del mercado de Ronda del Carmen.

En cuanto al transporte urbano, "ya hace días" que los autobuses urbanos se están desinfectando y limpiando a fondo "con mayor periodicidad", así como los edificios municipales, y también se está aplicando un dispositivo especial en las calles con limpiezas "extras".

También para evitar aglomeraciones en la vía pública el ayuntamiento ha cancelado todas las actividades que estaban previstas realizar al aire libre hasta el 31 de marzo. "No se autoriza ninguna actividad en la vía publica este mes", ha dicho Salaya, que ha aclarado que las que se han solicitado para fechas posteriores, se ha abierto el expediente y se irá estudiando cada caso según vaya evolucionando la crisis sanitaria.

La Junta de Gobierno local ha aprobado también este viernes la limitación de personas en los actos funerarios que tengan lugar en el cementerio municipal con una afluencia máxima de 10 personas a la hora del enterramiento. "Si puede ser que se hagan sin público o con el menor número posible de personas", ha manifestado Salaya que entiende que se trata de una cuestión "especialmente sensible" pero que hay que adoptar esta medida por el bien de todos.