MÓNICA PASCUAL – MÉRIDA

Una campaña impulsada por el Colegio de Farmacéuticos de Extremadura estará presente en centros sanitarios, farmacias y clínicas de la región, con el objetivo de que la población reduzca el uso de medicamentos sin receta médica.

La iniciativa cuenta con el apoyo de dentistas, médicos y podólogos, los únicos autorizados para recetar fármacos, y surge ante la "necesidad" de concienciar a la población sobre los efectos secundarios de los fármacos que son dispensados sin supervisión, y las interacciones que estos pueden tener en la salud del paciente.

De este modo, la campaña, bajo el eslogan 'Medicamentos sujetos a prescripción médica. ¡Sólo con receta médica!", trata de alertar de que por ejemplo en algunos ámbitos como el dental se "abusa" de la automedicación, "sobre todo" en antibióticos, según ha indicado la presidenta del Colegio de Dentistas de Extremadura, María Paz Moro.

"El paciente tiene un dolor y se toma un antibiótico que tiene por casa", ha asegurado Moro, "el problema de esto" es que el cuerpo humano se "resiste" a la medicación, por lo que el tratamiento puede "no resultar eficaz".

De este modo, ha afirmado que "siempre hay que acudir a consulta", para que los dentistas sean los que prescriban el tratamiento y el medicamento necesario en cada caso.

En esta línea se ha pronunciado también el presidente del Colegio de Médicos de Extremadura, Carlos Arjona, quien en concreto, ha destacado la necesidad de la prescripción médica, ya que los facultativos deben saber la medicación que toma el paciente, así como la historia clínica de éste.

Por lo que ha alertado de la cantidad de medicamentos que "tienen interacciones entre ellos"; algo que ha ejemplificado con la toma de Sintrom y Aspirina, algo que "no se puede hacer".

"De ahí la importancia de que toda la medicación esté presente en la historia clínica", ha señalado Carlos Arjona, quien ha asegurado que "es imprescindible la receta" para evitar los síntomas secundarios.

Por otro lado, ha señalado que existen medicamentos sin prescripción médica, como los que se toman para "un simple catarro" y que tienen dosis "muy bajas", que pueden ser ingeridas por el usuario sin problema.

A su vez, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz y de Coexfar, Cecilio Venegas Fito, ha incidido en la necesidad de fijarse en el envase de los medicamentos para determinar si el usuario lo puede tomar sin receta o no, por lo que ha recordado que los farmacéuticos no están autorizados para dispensar medicamentos que no estén prescritos por un facultativo.

"En muchos casos el usuario se acerca a la familia sin receta", ha declarado Venegas, quien ha insistido en la necesidad de "ir a consulta médica" para determinar el tipo de medicamento que necesita.

En esta línea, ha indicado que los medicamentos que más se demandan por parte de los usuarios son principalmente los AINES, aquellos que están destinados a paliar síntomas como el dolor o la fiebre, y donde se encuentran por ejemplo, el ibuprofeno o el paracetamol.

Venegas ha afirmado que también "es habitual" la mezcla de los AINES con la codeína, algo que se solicita "mucho" en farmacias.

Seguidamente, estaría el grupo de los antibióticos, aunque Venegas ha asegurado que el consumo de estos "ha descendido" en los últimos tiempos, ya que tiene una característica "muy especial" y es que este tipo de medicamentos puede dañar "a todo el cuerpo".

Al respecto, ha indicado que también son usuales entre la población "alguna vitamina con algún efecto" y los diuréticos debido a la "fiebre" de querer adelgazar con "dietas milagro".

Asimismo, ha recordado que el omeprazol también es muy demandado por los usuarios y ha alertado del peligro de tomar este tipo de sustancias sin la supervisión médica, ya que se podrían generar problemas de salud.

Por otro lado, Cecilio Venegas ha apuntado que el gasto farmaceútico en Extremadura se sitúa en 2018 en 337 millones de euros, con 28.200.000 recetas realizadas.

En este sentido, los facultativos del SES, prescribieron en 2018 un total de 26.700.000 recetas con un coste de 320 millones de euros, mientras que los profesionales de las mutuas, realizaron 1.500.000 recetas, por un importe de 17.500.000 euros.

Asimismo, ante estos datos, Venegas ha dicho que el "grueso" de los medicamentos que se consumen tienen receta, aunque ha asegurado que existe una "horquilla" en la que los usuarios demandan mucha cantidad de medicamentos sin ella.