MÓNICA PASCUAL – MÉRIDA

CCOO y UGT han hecho un llamamiento a la ciudadanía para sumarse a las diversas movilizaciones convocadas para este viernes ante el calentamiento global y la emergencia climática provocados por la acción humana.

La Huelga Mundial por el Clima tiene como objetivo exigir a los gobiernos medidas efectivas ante la emergencia climática, porque se trata del mayor reto al que se enfrenta la humanidad.

Ambos sindicatos se suman a la nueva jornada de protesta, que sucede a las que decenas de miles de jóvenes llevan encabezando desde hace meses para exigir la declaración del Estado de Emergencia Climática y campañas de concienciación sobre la gravedad del cambio climático y sobre las medidas que deben ser adoptadas con carácter inmediato.

UGT y CCOO están jugando un rol activo ante esta realidad, llevando la necesidad de medidas urgentes basadas en una transición justa al ámbito que le resulta más cercano, el de las empresas y los centros de trabajo; pero también intentando contribuir al éxito de las movilizaciones a través de la implicación de la juventud del sindicato y del conjunto de la afiliación en las concentraciones y manifestaciones organizadas en más de 70 ciudades de nuestro país.

La crisis climática pone en riesgo nuestra propia existencia, impactando especialmente en las poblaciones más empobrecidas y vulnerables del mundo, así como en resto de seres vivos que habitan el planeta. Por ello instamos a toda la sociedad a que se movilice y se sume a la convocatoria global. No hay plan B porque no hay Planeta B.

Los recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES señalan que cerca de un millón de especies entre animales y plantas se encuentran al borde de la extinción como consecuencia de las actividades humanas. El informe del IPCC sobre el incremento de la temperatura media global en 1,5 ºC, alertan del deterioro de un gran número de ecosistemas, tanto terrestres como marinos, así como de la existencia de un punto de no retorno frente al cambio climático.

La crisis climática e consecuencia directa del modelo de producción y consumo actuales, modelos que pone en riesgo nuestra propia supervivencia y la de un gran número de otras especies y ecosistemas. No responder con suficiente rapidez y contundencia a la emergencia climática y civilizatoria supondría la muerte y/o el malvivir de millones de personas, además de la extinción de muchas especies e, incluso, de ecosistemas completos.