MÓNICA PASCUAL – MÉRIDA

Los accidentes de tráfico en vías interurbanas se han cobrado seis víctimas mortales en los pasados meses de julio y agosto en la comunidad de Extremadura.

Dicho número de fallecidos es exactamente el mismo que el registro en el mismo periodo del verano de 2018 en la región extremeña, según datos del Ministerio del Interior.

Por comunidades autónomas, sólo Andalucía, La Rioja y las Islas Baleares han visto aumentar el número de fallecidos y tanto en Ávila como en Guadalajara no se ha registrado ningún accidente con resultado mortal. Cataluña, con 39 pérdidas humanas, es la comunidad autónoma más siniestra de este verano. La que menos, Navarra, con un único muerto.

A su vez, el verano de este año 2019 se ha convertido en el que menos fallecidos en las carreteras españolas ha registrado en la historia de España, igualando los datos de 2014. Así, los meses de julio y agosto de este año han contabilizado 220 fallecidos, 40 menos que el año pasado, lo que representa un descenso del 15 por ciento.

En concreto, julio ha cerrado con 119 muertos en las vías interurbanas, mientras que agosto ha finalizado con 101 víctimas mortales, frente a los 129 muertos de julio de 2018 y los 131 que se contabilizaron en agosto de hace un año.

Además de ser uno de los veranos con menos pérdidas humanas, agosto se ha convertido en el de menos siniestros en el país desde que hay registros de la DGT.

"No ha habido un verano con menos fallecidos, pero no nos resignamos, no son buenos datos, son menos malos que los del año pasado", ha asegurado este jueves el ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, que ha precisado que el balance de este verano, con 220 muertos, suponen un promedio de tres fallecidos al día en accidentes de tráfico.

Grande-Marlaska ha presentado este jueves 4 de septiembre las cifras de siniestralidad del verano en rueda de prensa. Ha estado acompañado del director general de Tráfico en funciones, Pere Navarro; la subsecretaria del Ministerio del Interior, Isabel Goicoechea; y el fiscal de sala coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, entre otros.

Según ha destacado el ministro en funciones, durante el mes de julio se han producido 106 accidentes mortales. Pese a contabilizar menos fallecidos que en 2018, durante este julio ha habido un fin de semana especialmente trágico, pues murieron 19 personas (13 de ellas en un sólo día, el domingo 21), siendo hasta ahora el día del año más siniestro en las carreteras. También destaca durante este mes la mortalidad en motoristas, pues fallecieron 34 (nueve más que julio de 2018).

En cuanto a agosto, se han producido en el país 97 accidentes mortales y hubo dos días (el 1 y el 12) en los que no se registraron siniestros mortales. Además, ha habido tres días en los que falleció una persona, cuando la media diaria de agosto de 2018 fue de cuatro. Este año ha bajado a tres.

Según los datos provisionales de la DGT presentados, contabilizados sólo en vías interurbanas y a 24 horas, el verano ha acabado también con un descenso de los heridos hospitalizados en España (850 frente a 941 en 2018, es decir, un 10 por ciento), así como en accidentes mortales (203 frente a 236 hace un año, un 14 por ciento).

Asimismo, el periodo vacacional ha registrado 91,1 millones de desplazamientos de largo recorrido por carretera, 2,6 millones más que el año pasado. Según ha destacado Grande-Marlaska, aunque este verano se ha igualado el mínimo histórico en fallecidos de 2014, en aquel año hubo 12,6 millones de viajes menos (78,9 millones).

Asimismo, por tipo de vía, han descendido un 23 por cientolos muertos en carreteras convencionales, siendo también esta cifra la menor de la serie histórica, ya que los fallecidos en 2019 (154) en este tipo de vía son casi la mitad que los que se registraron en 2009 (305 muertos). Pese a este descenso, estas carreteras siguen siendo las que mayor número de víctimas registra (70 por ciento) frente al 30 por ciento de fallecidos en autopistas y autovías.

A pesar de contabilizar este verano menos fallecidos, han aumentado los muertos de usuarios de moto y de bicicleta. En el caso de las motos y ciclomotores, ha habido 67 fallecidos (siete más que el año anterior), mientras que de bicicleta fueron 11 los fallecidos (tres más). Por el contrario, el ministro en funciones ha destacado que los peatones, por el contrario, han reducido a la mitad su siniestralidad (13 frente a 26 en 2018).

Por tipo de usuario, de los 220 muertos, 165 eran conductores (75 por ciento), 35 pasajeros (16 por ciento) y 13 peatones (6 por ciento). La franja horaria en la que más accidentes mortales se han producido ha sido la de después de comer, y la salida de vía sigue siendo el siniestro que más víctimas mortales genera (47 por ciento), con 103 fallecidos, seguida de la colisión frontal (19%), con 41 muertos, y el alcance (12 por ciento), con 26 fallecidos.

Las víctimas mortales de este verano han descendido en todas las franjas de edad con respecto a 2018, a excepción de los menores de 15 años y del grupo de entre 45 y 54 años.

Grande-Marlaska también ha desglosado los datos en función del uso que hacían las víctimas de los sistemas de seguridad. Así, 23 de los 110 muertos que viajaban en turismo o furgoneta no llevaban puesto el cinturón en el momento del accidente (dos de ellos eran niños).

Además, de los 11 ciclistas muertos, ocho no llevaban puesto el casco; de los usuarios de ciclomotor tampoco lo llevaban puesto dos de los cinco muertos; así como uno de los 62 motoristas que perdieron la vida.

Con respecto a posibles motivos de este descenso en los fallecidos, el ministro en funciones ha querido destacar la medida aprobada por el Gobierno el pasado mes de enero, que permitió reducir el límite máximo de velocidad en las carreteras convencionales de 100 a 90 km/h. Precisamente, han bajado un 23 por ciento los muertos en estas vías durante el verano.

Asimismo, Grande-Marlaska ha hecho hincapié en el aumento del control y la vigilancia durante estos dos últimos meses (20 nuevos radares desde julio y otros ocho desde agosto para controlar la velocidad, tres drones y más de un millón de pruebas de alcohol realizadas), pero ha atribuido a los conductores estos datos.

"Cuando presentamos el dispositivo especial dijimos que más guardias, más radares, más controles de alcohol y drogas y más campañas no iban a servir de nada si los conductores no ayudaban con su comportamiento, y a raíz de los resultados, hemos de entender que los conductores nos han hecho caso", ha agradecido.

Con los datos de este verano, el ministro en funciones considera que España está ante un "cambio de tendencia en cuanto a fallecidos en accidentes de tráfico", tras varios años de aumento. "Parece que entre todos y poco a poco vamos haciendo camino en la buena dirección, y creo que esto es relativamente una buena noticia", ha concluido.