ISABEL BARRANTES-CORIA

 

El Convento de San Francisco de la ciudad de Coria ha entrado a formar parte de la Lista Roja del Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra. Esto se debe al mal estado de conservación en el que se encuentra.

El objetivo de esta iniciativa, que nació en 2007, es “dar a conocer y proteger aquella parte de nuestro Patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y peligro”.

Este es el caso del Convento de San Francisco de Coria, situado a las afueras de la ciudad, a unos 300 metros de la muralla y junto a la calzada real. Junto a él se encuentra el antiguo camino que conducía a Calzadilla.

Según han señalado desde la Asociación, en la actualidad del Convento se conserva parte de los muros originales, dos crujías del claustro, formadas por arcos de medio punto sobre columnas hechas con ladrillo macizo, y la parte baja del refectorio, que muestra un recrecido con ladrillos huecos.

“El resto del edificio se encuentra en avanzado estado de ruina con estructuras añadidas a los restos originales”, han destacado. Los pocos restos que quedan son de muros de mampostería y bóvedas de crucería que soportaban la planta superior desaparecida.

ORIGEN DEL CONVENTO DE SAN FRANCISCO

La construcción del Convento de San Francisco comenzó en 1561, un año después del que el consistorio de la ciudad aprobara las obras. El mismo año de su construcción recibió la provincia descalza de San Gabriel en el Capítulo Provincial presidido por el Ministro General de toda la orden, que en aquel entonces era Fray Francismo Zamora.

Para su inauguración se celebró una gran fiesta a la que acudieron importantes personalidades de la época. Por lo exiguo del edificio los frailes tuvieron que esperar a su ampliación para residir en él y mientras habitar en el hospital de San Nicolás de Bari, también en Coria.

La ampliación se inició en 1563, pero por dificultades económicas se retrasó su finalización. La iglesia no se terminó hasta 1621 y fue posible gracias a las “gruesas limosnas” de doña Isabel.

Cabe destacar que el Convento llegó a albergar la reliquia del “Mantel de la Última Cena”, que en el siglo XVII se encontraba en buen estado de conservación y que actualmente se encuentra en la Catedral de Coria.