ISABEL BARRANTES

 

El Gobierno portugués ha incluido en su Plan Estratégico de Inversiones 2022-2030 la autovía entre Castelo Branco y Monfortinho, lo que facilitaría la unión de la EX–A1, vía que vertebra el norte de Extremadura, con la autovía de Lisboa.

Así lo ha señalado el presidente de la Cámara Municipal de Indanha-a-Nova, Armindo Jacinto, quien ha destacado que estos trabajos se afrontarían con inversiones propias del estado portugués y no con fondos comunitarios, “lo que asegura su ejecución”, según Jacinto.

Esta vía, denominada IC-31, permitiría dar continuidad a esta autovía del norte extremeño hasta el país vecino, para lo que también es necesario que ejecute el tramo inexistente de algo más de 18 kilómetros entre Moraleja y Monfortinho.

Este desdoblamiento entre el municipio cacereño y la frontera lusa estaba contemplado en un primer momento en dos tramos diferentes. Por una parte, el tramo Moraleja-Cilleros y por otra, el tramo Cilleros-Monfortinho.

El presidente de la Cámara Municipal de Idanha-a-Nova destacaba en los micrófonos de Radio Interior que esto supondrá “una importante oportunidad” para ambos lados de la frontera ya que “vamos a tener una vía que va a aproximar los mercados de Madrid y Lisboa y nosotros estamos en medio”.

Además, ha señalado que servirá para “desarrollar nuestros territorios y sobretodo su economía”.

Desde el consistorio moralejano también celebraban esta importante noticia. La teniente alcalde, Yolanda Vegas, destacaba que la finalización de la EX–A1 “supondría facilitar el intercambio entre ambos territorios y el que las empresas de ambos lados puedan buscar puntos de encuentro y cooperación”.