La XXII edición de la Feria Rayana que se ha celebrado en Moraleja (Cáceres) se ha clausurado con una afluencia superior a los 100.000 visitantes, según explicó hoy el alcalde, César Herrero, quien indicó que se ha producido un incremento de un 6% con respecto a la edición anterior.

Según los datos oficiales, el sábado fue el día de mayor afluencia de público, especialmente por la tarde y durante la noche, no sólo por ser jornada no laborable en estos horarios sino por las actividades que fueron programadas coincidiendo con esas franjas.

Herrero indicó que "siempre hay críticas" pero consideró que el balance es "muy positivo, tanto en afluencia de público como en cifra de negocios, con respecto a la edición de 2016" y precisó que, a falta de registros oficiales, se estima que los expositores han incrementado sus ventas entre un 10 y un 15%.

En este sentido dijo que "hay una satisfacción por las ventas y los contactos realizados", aunque matizó que "a las ferias hay que buscarles la rentabilidad a medio y largo plazo".

Con respecto a la introducción de mejoras para futuras ediciones, el alcalde de la entidad organizadora consideró que se pueden mejorar las condiciones en el área del certamen dedicado a la gastronomía, ya que se encuentra en una zona exterior que no ha sido climatizada.

También dijo que "hay que mejorar todo lo presente" aunque espacios que no necesitan optimizarse, como el Parque Fluvial Feliciano Vegas, un entorno de 35.000 metros cuadrados de superficie que ha acogido la celebración del certamen desde el año 2012 y que el propio alcalde consideró como "idílico".

Como ya hiciera en la jornada inaugural, Herrero insistió en la necesidad de finalizar el trazado de la autovía EX A1 que actualmente finaliza en Moraleja para acercarse a un nuevo territorio de más de tres millones de habitantes que se encuentra en la zona centro y sur de Portugal.

El presidente en funciones de la Câmara Municipal de Idanha-a-Nova, Juan Carlos Sousa, le transmitió su apoyo para continuar luchando por el desdoblamiento de los 60 kilómetros que aún restan por finalizar hasta la ciudad portuguesa de Castelo Branco.