M. PASCUAL-MÉRIDA 

 

La Fundación Laboral de la Construcción de Extremadura está llevando a cabo una serie de mediciones para conocer la incidencia del gas radón en las viviendas e inmuebles públicos de la región.

Cabe destacar que el gas radón es el resultado de la desintegración de minerales radiactivos, entre ellos el uranio, contenidos en rocas ígneas o metamórficas, como el granito o la pizarra.

Éste está considerado como la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Diversos estudios sitúan a las comarcas del Ambroz, el Jerte, Campo Arañuelo, La Vera, Los Ibores, Tajo-Salor y Sierra de Gata como zonas de gran incidencia de este gas. 

Según ha señalado el gerente de la Fundación, Pedro Pérez, las mediciones han comenzado por las zonas donde se cree que puede existir una mayor acumulación. Además éste ha destacado que la incidencia suele ser mayor en los meses de verano e invierno puesto que la ventilación de los edificios es menor.

Este gas se acumula especialmente en sótanos y bajos de viviendas por lo que es importante ventilar bien estos espacios. En algunos casos también es necesario aislar o sellar los suelos de la casa.

Los estudios realizados por la Universidad de Extremadura, recogen que el radón por si solo desaparece casi por completo en 38 días, pero cuando va asociado a otros isótopos, como el plomo, su eliminación alcanza los 220 años.