ISABEL BARRANTES 

 

La Guardia Civil ha detenido a ocho personas de diferentes nacionalidades por los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

Esta banda, considerada como grupo criminal, basaba su actividad en el tráfico de drogas en Valencia de Alcántara, las localidades cercanas y Portugal.

Las investigaciones se iniciaron en marzo del pasado año, como fruto de diferentes informaciones obtenidas por parte del Equipo ROCA  de Valencia de Alcántara, informaciones que verificaban la existencia de al menos un punto de venta de drogas en dicha localidad, concretamente en un club de alterne situado en las proximidades de este municipio rayano.

Esta actividad delictiva de tráfico de drogas, en un principio era desarrollada por el responsable del establecimiento, un varón de 48 años natural y vecino de Valencia de Alcántara, quien utilizaba la actividad del club para enmascarar el punto de venta de drogas que tenía allí establecido, estando al frente del negocio una mujer de nacionalidad rumana y que participaba activamente en todas las acciones delictivas.

Este punto de venta de drogas, era visitado por vecinos de la localidad, de otras próximas y de algunas portuguesas, quienes se personaban en el club y permanecían un corto espacio de tiempo, comportamiento que evidenció a los investigadores de la Guardia Civil que el desplazamiento hasta el club no era otro que la adquisición de algún tipo de droga, desplazamientos que se producían incluso cuando el establecimiento estaba cerrado.

A todo esto se suman los antecedentes por tráfico y consumo de drogas del propietario del club de alterne y de las personas que asiduamente lo visitaban.

Según avanzaba la investigación, la Guardia Civil pudo constatar como algunas de las personas que visitaban el club, compraban mayores cantidades de drogas, para posteriormente traficar con estas sustancias en sus lugares de residencia mediante el menudeo, pudiéndose identificar otros tres puntos activos de venta de drogas dentro de la población de Valencia de Alcántara.

La Guardia Civil decidió explotar la operación el pasado día 15 de diciembre, con el registro de cuatro inmuebles, uno de ellos el club desde el que se hacía el suministro de la droga, y tres viviendas situadas en Valencia de Alcántara.

Como resultado del registro se detuvo a ocho personas, seis de nacionalidad española, una rumana y una portuguesa. Además se aprehendieron 154 dosis de heroína, 88 dosis de metanfetamina, 903 dosis de cocaína, 73,79 gramos de hachís, 104,58 gramos de marihuana, efectos relacionados con el tráfico de drogas, cinco básculas de precisión, 3.680 euros y dos vehículos.

La Guardia Civil sospecha, que además de suministrar la droga a los tres puntos de venta de Valencia de Alcántara, el dueño del club, vendía parte de la droga fiada a terceras personas sin recursos económicos,  para que pudieran traficar con la misma y cobrarla una vez la hubieran vendido, consiguiendo llegar a más consumidores sin tener que desplazarse al club y conseguir un mayor beneficio económico.

A LOS DETENIDOS TAMBIÉN SE LE IMPUTAN DELITOS DE BLANQUEO DE DINERO Y EXPLOTACIÓN SEXUAL

Igualmente, a la par de la investigación por tráfico de drogas, se llevo otra de índole económico sobre los detenidos, pudiendo identificar un incremento inusual del patrimonio del responsable del club, mediante la compra en efectivo de bienes inmuebles en diferentes localidades del territorio nacional, adquisiciones por las que desembolsó cerca de 500.000 euros, dinero enmascarado como ingresos de la propia actividad del club de alterne, cuando los ingresos correspondían probablemente a los beneficios que le reportaba el tráfico de drogas.

Asimismo, se comprobó que la encargada del prostíbulo enviaba importantes cantidades de dinero a Rumanía.

Tanto el responsable como la encargada del club de alterne, han sido detenidos también por un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual por las pésimas condiciones en las que se encontraban  las mujeres que ejercían la prostitución en el local.

Aunque se comprobó que estaban allí de forma voluntaria, el establecimiento presentaba numerosas deficiencias higiénico-sanitarias.