CELIA CORDERO

 

Las producciones del norte de Cáceres son unas de las más afectadas por el arancel a la aceituna española impuesto por Estados Unidos, una actitud que ha criticado este miércoles el presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, aunque ha indicado que no cree que haya motivos para alarmarse por las consecuencias que pueda tener en el sector en España y en Extremadura.

El Gobierno de Donald Trump ha impuesto esta madrugada ese arancel, que varía entre el 2,31 % y el 7,24 % y tiene carácter preliminar, tras llegar a la conclusión de que este producto se importa por debajo de su precio de mercado gracias a las subvenciones que recibe. 

Metidieri ha lamentado que EEUU, "por muy poderoso que sea", adopte posiciones de este tipo "cuando se están cumpliendo todas las normativas".

En ese sentido, ha recordado que España está bajo la Organización Mundial del Comercio y la ayuda que se cobra en el olivar de la Política Agraria Comunitaria (PAC) en los distintos acuerdos de esa organización.

De este modo ha considerado que el argumento utilizado por Estados Unidos para imponer este arancel "no es razonable" en una economía global y de libre mercado. No obstante ha afirmado que esta medida "evidentemente beneficios no aporta, pero tampoco debemos de obsesionarnos ante este tipo de posiciones".

Juan Metidieri ha insistido en que hay que lamentar que "la agricultura y la ganadería sean la moneda de cambio para acuerdos comerciales o políticas internacionales" y que siempre sean los "primeros perjudicados".

Según el presidente de Apag Extremadura Asaja, el sector de la aceituna de mesa en España exporta por valor de unos 800 millones de euros al año, de los que solo 70,90 millones corresponden a Estados Unidos.

Así, ha indicado que, al igual que ha pasado con el veto ruso a la fruta, "se abrirán otras puertas" y se buscarán nuevos mercados.