ISABEL BARRANTES 

 

El consejo de Ministros aprobó ayer viernes 6 de octubre el proyecto Medea, una iniciativa de la Junta de Extremadura, liderada por el catedrático Adrián Llerena, vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC) y de la Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica (SEFF), y miembro del Comité de Farmacogenómica de la EMA (European Medicines Agency).

De este modo Medea posiciona al Servicio Extremeño de Salud (SES) en la vanguardia, al ser el primero en poner a disposición de los ciudadanos de Extremadura los avances científicos de la Farmacogenética y la Medicina Personalizada.

El objetivo del proyecto, dotado con un presupuesto de 5,2 millones de euros, es desarrollar y evaluar un sistema para individualizar la prescripción farmacológica. Este sistema permitirá administrar a cada paciente el fármaco que más se adecua a sus características genéticas y personales. En otras palabras, individualizar la prescripción para optimizarla. Se pretende evitar así administrar un fármaco a personas en las que no va a generar su efecto o va a producir reacciones adversas.

Los resultados obtenidos en este proyecto, cofinanciado por el ministerio de Economía, Industria y Competitividad durante los próximos cuatro años, pueden servir para que otros Servicios Públicos de Salud puedan implementar estos avances científicos a la práctica clínica habitual.

Diferentes países están desarrollando una Estrategia Nacional de Medicina Personalizada (EEUU, el Reino Unido, Francia, etc). En España existe una propuesta de Estrategia Estatal de Medicina Personalizada y una iniciativa en estudio en el congreso de los Diputados.

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) y la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS,) también han prestado atención a esta necesidad. Desde este punto de vista regulatorio es destacable que la Agencia Europea del Medicamento haya comunicado que el 32% de los fármacos evaluados tienen una recomendación de un análisis genético para la optimización de su uso.  Estas iniciativas internacionales, europeas y españolas han sido concretadas para algunos medicamentos, principalmente en el sector sanitario privado. Sin embargo, quedaba pendiente la implantación en los Sistemas Públicos de Salud orientada, no a un medicamento concreto, sino centrada en el paciente. Ese es el eje del proyecto MEDEA, lo cual le hace único entre las iniciativas desarrolladas hasta ahora.

PROBLEMAS A SOLUCIONAR

Los efectos adversos y la falta de eficacia de los medicamentos son uno de los grandes problemas actuales de la atención sanitaria. Se calcula que más del 6% de la población sufre reacciones adversas a los medicamentos, que causan daños a los pacientes y costes a los servicios de salud. La Medicina Personalizada tiene como objetivo adaptar la prescripción a cada paciente, individualizando la elección del medicamento y la pauta administrada, evitando así la producción de reacciones anormales producto de prescripciones inadecuadas.

La Medicina Personalizada y su base científica, la farmacogenética, ha conocido su desarrollo en las últimas décadas y es en la actualidad una de las grandes esperanzas para la optimización de la terapéutica farmacológica y uno de los factores determinantes de la sostenibilidad de los Servicios Públicos de Salud. Prescribir a cada paciente el fármaco más adecuado, siguiendo una pauta específica, es el reto de la individualización terapéutica.

El coste de los medicamentos y de su uso inadecuado, genera un gran gasto para los servicios sanitarios. Extremadura, y el SES apuestan por la implementación de la Farmacogenética y la Medicina Personalizada como uno de sus pilares estratégicos para contribuir, primero, a la mejora de la salud de la población, y segundo, al ahorro de costes en salud para el sistema sanitario público.

Medea se enmarca en la estrategia de la consejería de Sanidad y Políticas Sociales por impulsar la investigación y la innovación en el Sistema Sanitario Público de Extremadura, transformándole no sólo en una entidad prestadora de atención sanitaria y docente, sino también generadora de conocimiento. Esta transformación debe realizarse en íntima relación con otras instituciones de Extremadura del Sistema Extremeño de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI) y la Universidad de Extremadura. Este ha sido el sentido de la creación del Centro de Investigación Clínica del Área de Badajoz en 2006, que ha desarrollado el proyecto Medea y la reciente propuesta del consejero José María Vergeles de crear un Instituto de Investigación Sanitaria para desarrollar este tipo de acciones que promuevan la utilización de la investigación como motor de la resolución de problemas asistenciales.